Veinte días después de que la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa, regulador) autorizara el uso de la vacuna de la farmacéutica Pfizer para inmunizar a los menores de esta franja de edad, el Ministerio de Salud, tras intensas presiones políticas y de entidades médicas, anunció hoy su decisión de incluirlos en la campaña de vacunación sin condiciones.
El ministro de Salud, Marcelo Queiroga, explicó que la vacunación de los niños no será obligatoria y que no se le exigirá a ningún menor que presente prescripción médica, como inicialmente había planteado el Gobierno en un intento por dificultar la vacunación.
Queiroga agregó que el Ministerio de Salud solo está recomendando que los padres busquen información previa de un médico antes de llevar a sus hijos a los puestos de vacunación.
"Es imprescindible que los padres consulten un médico antes de la vacuna porque los niños están en formación y hay que saber si corren riesgos. Además, los padres tienen que estar presentes en el momento de la vacunación" y manifestar que están de acuerdo "o por lo menos enviar una autorización por escrito", dijo la secretaria de Enfrentamiento a la Covid del Ministerio, Rosana Leite de Melo, en rueda de prensa.
La funcionaria agregó que la campaña tendrá que darle prioridad a los menores con comorbilidades, a los indígenas, a los discapacitados y a los que viven en áreas vulnerables.
El Ministerio también recomendó que, tras los prioritarios, la campaña comience por los niños de mayor edad, "que son los que tienen más movilidad y van a la escuela".
Queiroga dijo que el contrato ente el Ministerio de Salud y Pfizer, por el que Brasil compró 300 millones de dosis, prevé la compra de vacunas especiales para menores de edad (que tienen menor contenido del elemento activo).
Agregó que Brasil cuenta con 20,4 millones de niños de entre 5 y 11 años, por lo que necesitará al menos 40 millones de vacunas.
Según los datos divulgados en la rueda de prensa, en 2020 Brasil registró 243.355 casos de covid entre niños de 5 a 11 años y ese número saltó a 324.505 en 2021, mientras el número de muertes fue de 766 desde el inicio de la pandemia, por lo que esa edad fue la que registró menor tasa de mortalidad entre todas (4,9 %).
La demora del Gobierno en dar su visto bueno fue criticada por científicos y médicos, que recordaron que otros 30 países ya están vacunando menores de esas edad y rechazaron los obstáculos con que Bolsonaro, líder de la negacionista ultraderecha brasileña, intentó atrasar o impedir el inicio de la campaña de inmunización.
Además de advertir que no permitirá la vacunación de su hija de 11 años, el jefe de Estado llegó a pedir la divulgación de los nombres de los técnicos de la Anvisa que autorizaron la vacunación de los niños para que fueran censurados públicamente.
Brasil, el segundo país con más muertes y el tercero con más contagios de covid-19 en el mundo, acumula hasta este miércoles 619.513 fallecimientos y 22,3 millones de casos.