Tanto el Ministerio de Economía en un comunicado como el titular de la Cartera, Paulo Guedes, en declaraciones a la prensa aseguraron que la contracción económica en el tercer trimestre fue puntual y provocada por la llamada "crisis hídrica" del país.
"Es fundamental distinguir lo que es la política económica de factores climáticos adversos y puntuales de la naturaleza", afirmó el Ministerio de Economía en su comunicado al atribuir la contracción económica exclusivamente a los problemas climáticos.
"La mayor crisis hídrica de Brasil en 90 años de historia y el registro de severas heladas tuvieron impacto tanto en los sectores intensivos de energía como en los sectores que dependen del clima, como la agropecuaria", agrega la nota.
La aclaración se produjo luego de que el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE) divulgara este jueves que el producto interior bruto (PIB) de la mayor economía latinoamericana retrocedió un 0,1 en el tercer trimestre, con lo que entró en recesión técnica (dos períodos seguidos de crecimiento negativo), ya que en el segundo trimestre ya había caído un 0,4 %.
El organismo aclaró, sin embargo, que la economía brasileña creció un 4,0 % en el tercer trimestre en comparación con el mismo período de 2020, con lo que acumuló una expansión del 3,9 % en los últimos doce meses hasta septiembre.
Ese resultado aún es compatible con las proyecciones de los economistas según las cuales, pese al actual estancamiento, Brasil terminará 2021 con un crecimiento de cerca del 4,8 % tras haber sufrido en 2020 una retracción del 3,9 % como consecuencia de la crisis generada por la pandemia de la covid.
La contracción del tercer trimestre fue provocada principalmente por el desplome de la producción agropecuaria y la consecuente caída de las exportaciones de alimentos, ya que tanto el consumo de las familias como el sector servicios, principales motores de la economía de Brasil, registraron crecimiento en el período.
La producción agropecuaria se desplomó un 8 % en el tercer trimestre por los problemas climáticos, ya que, tras una intensa sequía a comienzos del año, el país sufrió graves heladas en julio.
De acuerdo con el comunicado del Ministerio, además de los problemas climáticos, la fuerte subida de los costos de productos como fertilizantes y defensivos agrícolas también afectó el desempeño de la agropecuaria en el período.
El Ministerio calcula que, si la producción agropecuaria no hubiera sido afectada por estos problemas, Brasil habría registrado un crecimiento del 0,4 % en el tercer trimestre frente al segundo.
"La caída del 8,0 % de la agropecuaria tuvo un impacto de 0,5 puntos porcentuales negativos en el PIB trimestral", explicó.