La energía del volcán de La Palma baja, pero la erupción no acabará pronto

La energía del sistema eruptivo del volcán de Cumbre Vieja, en la isla canaria de La Palma sigue mostrando una tendencia descendente en los últimos días, aunque la erupción, iniciada el 19 de septiembre, no terminará a corto plazo según los expertos.

Un grupo de personas observa desde la carretera la erupción del volcán Cumbre Vieja.Jesus Diges
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Así lo afirmó hoy María José Blanco, la portavoz científica de Plan de Emergencia Volcánica de Canarias (Pevolca), que coordina las actuaciones relativas a la erupción.

Explicó que se ha producido una disminución de todos los parámetros que se emplean para monitorizar la actividad del volcán, sobre todo la sismicidad, la deformación del suelo y la emisión de dióxido de azufre (SO2), que ayer fue de entre 3.000 y 3.500 toneladas, aunque es una tendencia "lenta" y se necesita que sigan decreciendo para "llegar a niveles más bajos".

La sismicidad ha bajado en profundidades intermedias respecto a semanas anteriores y desde comienzos de noviembre ha habido "una notable disminución" de la deformación del suelo.

Blanco señaló que el Cumbre Vieja está en estos momentos "en un proceso más estable y un nivel más bajo de actividad", pero subrayó que "a corto plazo el sistema, la erupción, no va a terminar".

El único parámetro observable para predecir cuánto le queda al volcán que ha empeorado en las últimas horas es el tremor, que ha experimentado un repunte.

Eso, y las altas concentraciones de SO2, que ha hecho que en algunos puntos de la isla próximos al volcán se superen las cantidades recomendadas.

Además se teme la dirección que pueda tomar la nube de cenizas por si pudiera afectar de nuevo al aeropuerto de La Palma, como ya sucedió a primera hora de este martes y provocó la cancelación de cuatro vuelos.

En cuanto al avance de las coladas, ha habido rellenos en una de ellas mientras que otra, la marcada con el número 9 sigue haciendo crecer el nuevo delta lávico, formado por el contacto de la lava con el océano, y que ya ocupa 41,99 hectáreas, 1,09 más que el lunes.

Según los últimos datos las edificaciones dañadas por la lava son ya 1.462, de las cuales 1.181 son viviendas, 152 de uso agrícola y 67 de uso industrial, entre otras. En cuanto a superficie agrícola, son 305,59 hectáreas, 10 más que ayer, la mayoría plataneras.

Desde el Plan de Emergencia Volcánica de Canarias (Pevolca), se volvió a pedir este martes a la ciudadanía que se extremen las precauciones en las labores de limpieza de ceniza, sobre todo cuando las labores se hacen en altura, para evitar accidentes.

La combinación de la ceniza y la lluvia -se esperan precipitaciones débiles en las próximas horas- preocupa por el peligro de desplome de invernaderos, que abundan en la isla.

Por eso, el Gobierno de Canarias subrayó hoy que lo primero es la salud de los trabajadores, su seguridad y recordó que se compensarán las pérdidas económicas que sean consecuencia de la no comercialización de productos agrícolas a causa del volcán y que los daños por la caída de invernaderos por efecto de la ceniza también están cubiertos.

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