Pueblo español pide convertir sus charlas en la calle en Patrimonio mundial

ALGAR. Algar, un municipio español de 1.400 habitantes en la provincia de Cádiz (sur), quiere convertir en Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad la tradición de conversar entre vecinos, sentados en las puertas de sus casas en las tardes y noches de verano, cuando baja el calor, conocida popularmente como “charlas al fresco”.

Algar, un municipio de la sierra de Cádiz de unos 1.400 habitantes, quiere convertir en Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad sus "charlas al fresco", una tradición que relaciona a los vecinos en las calles durante las tardes y noches de verano y que desean conservar y proteger.Román Ríos
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Para lograr ese reconocimiento y la protección de la UNESCO, el Ayuntamiento ha decidido animar a los habitantes de Algar, a través de la cuenta oficial del consistorio en Facebook, a salir a la calle y “sentarse al fresco, como siempre se ha hecho”.

“Nuestro lema es que las redes sociales no acaben con una tradición tan popular como las charlas al fresco y eso es lo que estamos intentando, que vuelvan las familias a las calles, los adultos, los niños, los mayores, y se junten”, explica a EFE el alcalde de este municipio, José Carlos Sánchez Barea.

Algar, un municipio de la sierra de Cádiz de unos 1.400 habitantes, quiere convertir en Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad sus "charlas al fresco", una tradición que relaciona a los vecinos en las calles durante las tardes y noches de verano y que desean conservar y proteger.

La iniciativa ha tenido una gran respuesta y desde ese día ningún vecino falta a su cita con el aire fresco al atardecer, sobre todo en estos momentos, cuando España afronta una ola de calor que en la zona en la que se encuentra Algar supera los 40 grados de temperatura.

Hablar tomando el fresco es una tradición extendida en muchos pueblos de España, sobre todo en verano, cuando se aprovecha la caída de la tarde para sacar las sillas a la calle. Estampas como esas son habituales en otros municipios pequeños, además de Algar.

Sin embargo, esta localidad sí es la primera que ha decidido luchar para que ese legado no se pierda.

El alcalde de Algar no pierde la ilusión por que se reconozca esta tradición y anima a otros pueblos a que se unan a ella para hacer más fuerza.

La singular iniciativa de este municipio ha llamado la atención incluso de medios internacionales como el periódico británico The Guardian, que hace unos días se hizo eco de esta campaña.

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