Los juicios tuvieron lugar en la primera sala del Tribunal de Gran Instancia de la capital del país, Uagadugú, entre el 9 y el 13 de agosto, según recogieron medios locales.
Este martes, dos combatientes yihadistas del grupo Ansarul Islam -un agricultor y un ganadero de 38 y 29 años de edad- fueron considerados culpables de un delito de terrorismo y condenados a penas de 20 años de prisión así como a pagar multas de 2.275.094 francos CFA (unos 3.467 euros) y 750.000 FCFA (1.143 euros).
El miércoles, por otro lado, un tercer combatiente maliense de 25 años que formaba parte del grupo Daoula Islam fue condenado a 21 años de cárcel y a pagar una multa de 2 millones de FCFA (3.048 euros), después de que la justicia lo declarara culpable de actos de asociación delictiva con una empresa terrorista.
Este tercer condenado fue detenido por las fuerzas de la operación militar francesa, Barkhane en la región del Sahel, tras el bombardeo de una base del grupo terrorista en una aldea de Ariel (Soum), en el norte de Burkina, mientras vigilaba armas, equipos de comunicación y motocicletas.
Este viernes, más combatientes se enfrentaron a los tribunales, siendo uno de ellos, también maliense y de 31 años, igualmente condenado a una pena de 21 años y a pagar una multa de 2 millones de FCFA y otro acusado, de la misma nacionalidad, absuelto por la justicia, a pesar de que la fiscalía pedía la misma condena.
Burkina Faso padece reiteradamente por la violencia yihadista desde abril de 2015, cuando miembros de un grupo afiliado a Al Qaeda secuestraron a un guardia de seguridad rumano en una mina en Tambao (norte), que sigue desaparecido.
El país africano sufrió la noche del pasado 4 al 5 de junio la peor masacre de su historia reciente con la muerte de al menos 160 personas en un ataque perpetrado por un grupo afiliado a Al Qaeda contra la localidad de Solhan, en el Sahel (norte).
El Sahel, que comparte frontera con Mali y Níger, es la zona más afectada por la inseguridad, aunque el conflicto también se ha expandido a provincias limítrofes, como la región Centro-Norte, y al este del país.
Los atentados suelen atribuirse al grupo local burkinés Ansarul Islam, al Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM, por sus siglas en árabe), afiliado a Al Qaeda, y al Estado Islámico en el Gran Sahara (EIGS), que atacan también en los vecinos Mali y Níger.