En una carta conjunta divulgada hoy por la Confederación Nacional de la Industria, también solicitaron revisar la posibilidad de que los países del bloque puedan negociar acuerdos de libre comercio con terceras naciones de forma individual.
"Los impactos económicos y sociales de la pandemia se suman a una división de los gobiernos del bloque en torno a temas estratégicos: una posible revisión y/o reducción del Arancel Externo Común (AEC) y la negociación de acuerdos comerciales con diferentes cronogramas -o incluso individualmente- con otros países o bloques, lo que se ve agravado por el hecho de que algunos de estos socios ni siquiera cumplen con los estándares laborales y ambientales mínimos", señala la misiva.
De acuerdo con la carta, una reducción unilateral de aranceles en este momento reforzaría una competencia desigual por los problemas "crónicos" de competitividad que sufre Brasil.
En cuanto a las negociaciones comerciales individuales, el sector señala que pueden "debilitar" al bloque y abrir los mercados para socios con "prácticas desleales" que representan una "amenaza" para la producción y el empleo en el país.
Entre las áreas más afectadas del sector, de llevarse a cabo las propuestas, citan a la siderúrgica, la de maquinaria, la automotriz y la farmacéutica.
La petición de la industria brasileña se opone a la idea de flexibilizar las reglas del Mercosur y dar paso a una apertura comercial, algo que es defendido por el Gobierno de Bolsonaro desde hace casi dos años "sin un proyecto claro" ni evaluaciones de impacto "bien fundamentadas".
El texto pide que el Gobierno brasileño anuncie la suspensión de las propuestas en la próxima reunión de ministros del Mercosur, aún sin fecha.
"Ante los graves e inciertos efectos económicos y sociales que puede ocasionar esta agenda, las entidades representativas de empresas y trabajadores de la industria brasileña solicitan que en la próxima reunión de Ministros del Mercosur, el gobierno brasileño suspenda su sostenida posición sobre estos temas y proponga a los países socios una evaluación más profunda del AEC y de la política de negociación con terceros países, abriendo una mesa de diálogo con entidades sindicales y empresariales brasileñas", concluyó la misiva.
El AEC, cuyo proceso de revisión comenzó hace dos años, es de un máximo del 35 %, pero el promedio aplicado es del 12 %, frente a una media global del 5,5 %.
Además de Brasil, Uruguay también promueve una reducción arancelaria sustancial y amplia, pero Argentina, tradicionalmente más proteccionista, presentó en el pasado mes de abril una propuesta para rebajas más moderadas y selectivas que no afecten a manufacturas nacionales sin capacidad para competir con importaciones desde otros mercados.
La necesidad de flexibilizar las normas que impiden que los países miembros del Mercosur negocien acuerdos comerciales con otros mercados de manera independiente y no como bloque también es impulsada por Uruguay pero Argentina, que este semestre ocupa la presidencia del bloque, insiste en negociar en conjunto, como marca el Tratado de Asunción, que dio origen al bloque.