"Este régimen podrá inhibir, censurar y encarcelar, pero no podrá cambiar la decisión ni callar las voces de los millones de nicaragüenses que el 7 de noviembre nos vamos a expresar mediante el voto", dijo en una rueda de prensa la representante legal de esa alianza opositora, Carmela Rogers, conocida como Kitty Monterrey.
Las autoridades nicaragüenses continuaron este miércoles los arrestos de líderes de la oposición, que incluyen a cuatro aspirantes a la Presidencia de Nicaragua, incluido dos de ese colectivo de centroderecha.
"Estas acciones evidencian frustración y desesperación del régimen por la certeza de que no pueden ganar unas elecciones, ni siquiera en las condiciones actuales de falta de garantías", valoró la dirigente.
NO RENUNCIARÁN A ELECCIONES
Para Monterrey, los arrestos de opositores promovidos por el Ejecutivo "demuestran también una profunda desconexión con la realidad, al creer que el masivo rechazo popular hacia ellos es producido o inducido por liderazgos individuales internos o actores externos".
"Se equivoca Ortega si cree que encarcelando líderes opositores va a mejorar su correlación de fuerzas de cara a un proceso electoral. Y en su torpeza está generando el efecto contrario", analizó.
A juicio de Monterrey, el Gobierno de Ortega puede encarcelar a todos los opositores visibles, "y luego va a seguir encontrándose frente a él a todo un pueblo que lo rechaza y exige su salida pacífica del poder".
"Esa es una realidad que no puede cambiar ni llenando las cárceles ni construyendo absurdos procesos judiciales contra quiénes se han expresado en su contra", indicó.
"(En la Alianza Ciudadanos por la Libertad) no estamos dispuestos a renunciar a esta responsabilidad de mantener abierta la única vía posible de solución a la crisis nacional", explicó.
"Nuestro objetivo no va a variar ni con persecución, ni con amenazas, ni con absurdas e insostenibles demostraciones de fuerza", remarcó.
¿ORTEGA TEME A ELECCIONES LIBRES?
Aseguró que seguirán adelante con el trabajo organizativo de cara al proceso electoral, animados no solo por la fortaleza de un pueblo que quiere recuperar su libertad, sino por la certeza de que este régimen "le tiene terror" a la posibilidad de que los nicaragüenses vayan a votar el 7 de noviembre.
Para Monterrey, "las elecciones de noviembre son la última oportunidad histórica de transitar de la dictadura a la democracia".
Las autoridades nicaragüenses han arrestado a cuatro aspirantes opositores a la Presidencia de Nicaragua, al extitular de la principal patronal, a dos activistas opositores y a dos extrabajadores de una ONG.
Ortega, de 75 años, quien retornó al poder en 2007 y gobierna desde 2017 junto a su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, aspira por octava vez a la Presidencia en los comicios del 7 de noviembre.
El líder sandinista está en su segunda etapa como presidente de Nicaragua, tras coordinar una Junta de Gobierno de 1979 a 1985 y presidir por primera vez el país de 1985 a 1990.