"Hay conversaciones para la venta del 1 % de parte de una firma pionera en energía en el mundo (...) Será una transacción muy importante para reforzar las ventas de Aramco y de esa firma", afirmó heredero saudí, conocido como MBS, en una entrevista transmitida en la cadena saudí.
Aunque no desveló el nombre de la firma, MBS afirmó que "pertenece a un país muy grande que, si consigue el 1 %, reforzará las industrias en Arabia Saudí, y aumentará la demanda para los productos" de la empresa saudí, y añadió que ese plan, junto a otros, "serán anunciados dentro de uno o dos años".
Asimismo, el heredero aseguró que "hay también conversaciones con otras firmas para comprar otras acciones" de la petrolera saudí, sin dar detalles.
"Una parte de la acciones de Aramco ha sido dirigida al Fondo de Inversiones Generales" que Riad establecer para inyectar fondos para la visión 2030 cuyo principal objetivo es modernizar el país y diversificar las fuentes de ingreso del mayor exportador de crudo de la OPEP, aseveró.
Añadió que Arabia Saudí no pretende prescindir del petroleo como principal fuente de ingresos, sino que quiere utilizar "otras fuentes de ingresos" con el fin de diversificar su economía.
Bin Salman confió en que Aramco tiene la oportunidad de ser una de las empresas industriales más grandes del mundo y desveló que entre esas oportunidades figuran las "industrias manufactureras como la petroquímica y la construcción de barcos".
Este anuncio sobre la petrolera estatal de Arabia Saudí, el mayor exportador mundial de crudo, se produce en un día en el que la alianza OPEP+, con Arabia Saudí y Rusia a la cabeza, confirmó que mantendrá su decisión de aumentar gradualmente la oferta de crudo en 2,141 millones de barriles diarios (mbd) ente mayo y julio, tal y como pactó el pasado 1 de abril, y volverá a reunirse el 1 de junio.
Además, se realiza unos días después de que la compañía anunciase que sus beneficios se redujeron drásticamente (un 44,4 % en 2020 respecto al año anterior) a causa de la crisis económica provocada por la pandemia de covid-19 y unos precios internacionales del crudo bajo.
Aramco salió a bolsa en diciembre de 2019 aunque tan solo ofertó el 1,5 % de sus títulos.
El resto sigue en manos del Gobierno saudí, que ha lanzado en los últimos años una serie de ambiciosos y multimillonarios proyectos, financiados con el dinero proveniente de la exportación de petróleo, para modernizar el país y diversificar su economía altamente dependiente del crudo.