LIMA (EFE). En medio de una grave crisis sanitaria y económica y una gran incertidumbre por el futuro político, más de 25 millones de peruanos acuden este domingo a las urnas para elegir un nuevo Gobierno, que tendrá resonancias históricas al asumir sus funciones el día del bicentenario de la independencia de su país.
A pesar de la trascendencia de los comicios, se mantiene la impredictibilidad sobre los candidatos que ocuparán las dos primeras posiciones e irán a una segunda vuelta, ya que se da por descontado que ninguno superará el 50% de los votos necesarios para acceder a la presidencia en esta primera ronda.
Los comicios se celebrarán con candidatos con muy poco apoyo ciudadano.
Los “favoritos” cuentan apenas con una intención de voto en las encuestas de entre el 9 y el 12%.
En la disputa entre 18 aspirantes aparecen con mayores opciones Yohny Lescano (Acción Popular), Keiko Fujimori (Fuerza Popular), Hernando de Soto (Avanza País), Pedro Castillo (Perú Libre), Verónica Mendoza (Juntos por el Perú), George Forsyth (Victoria Nacional) y Rafael López (Renovación Popular).
Los comicios fueron convocados para elegir a un presidente, dos vicepresidentes, 130 congresistas y cinco representantes en el Parlamento Andino.
Descrédito político
Estas elecciones se celebrarán en medio del escenario crítico de la segunda ola de la pandemia, que golpea duramente a Perú, pero también del descrédito que afronta una clase política acusada de velar solo por sus intereses y estar manchada, en muchos casos, por la sombra de la corrupción.
Aún es cercana la profunda crisis que el país enfrentó en noviembre pasado, cuando tuvo tres presidentes en tan solo una semana tras la destitución de Martín Vizcarra por el Congreso opositor, bajo la acusación de " incapacidad moral " .
Con la dimisión en 2018 de Pedro P. Kuczynski por sus vínculos con la empresa Odebrecht, los peruanos tuvieron cuatro gobernantes en el último quinquenio y vieron cómo todos sus exmandatarios tienen investigaciones o procesos judiciales por el escándalo Lava Jato.
El otro gran ingrediente de este cóctel de incertidumbre lo pone la crisis sanitaria que, según las cifras oficiales, ya ha dejado más de 1,6 millones de casos y casi 55.000 fallecidos en Perú, además de una grave situación económica, con incremento del desempleo y la informalidad, y un aumento de la pobreza a un 27% de la población.