MADRID (EFE, AFP). MADRID (EFE). La confirmación de que la vacuna desarrollada por la biotecnológica AstraZeneca y la Universidad de Oxford puede causar trombos en algunas personas, aunque sean casos extremadamente raros, multiplicó las dudas entre la población sobre el fármaco apoyado por autoridades sanitarias internacionales y cuestionado en diversos países.
Quiénes y dónde la fabrican
Las vacunas Oxford-AstraZeneca salen de 25 plantas de fabricación ubicadas en 15 países diferentes, entre las que destaca la del Serum Institute, en la India.
En Europa, la sustancia activa de esta vacuna se fabrica en Holanda y Bélgica, mientras que el envasado se lleva a cabo en Italia. De los 3.000 millones de dosis que AstraZeneca proyecta entregar en todo el mundo antes de que acabe el presente año, 300 millones deben corresponder a la UE, según el contrato suscrito con la Comisión Europea, que acordó pagar a cambio 870 millones de euros.
Vacuna recombinante
La de AstraZeneca es una “vacuna recombinante” o de “vector viral”, creada a partir de un adenovirus de chimpancé: contiene una versión modificada de un virus distinto del SARS-CoV-2 (el vector) que accede a una célula del organismo y produce una porción inocua del coronavirus, la conocida como proteína “Spike” o “S”.
Al reconocer esta proteína “Spike” como algo ajeno, el sistema inmunitario comienza a producir anticuerpos y otras células para combatir lo que considera una infección. De este modo la vacuna logra su objetivo con un fragmento del virus que no contiene ningún tipo de material genético, por lo que nunca puede causar la enfermedad que trata de prevenir.
La administración completa requiere la inoculación de dos dosis, al igual que ocurre con las vacunas de Pfizer y Moderna, pero, a diferencia de ambas, este preparado sí se puede conservar con temperaturas por encima de cero, entre 2 y 8 grados centígrados.
Reacciones adversas
Los efectos secundarios más comunes de esta vacuna durante los ensayos fueron generalmente leves o moderados: dolor y sensibilidad en el lugar de la inyección, dolores de cabeza, cansancio, molestias musculares, sensación general de malestar, escalofríos, fiebre, dolor en las articulaciones y náuseas. Afectaron a más de una de cada 10 personas y mejoraron días después.
Como máximo uno de cada 10 vacunados puede notar enrojecimiento o hinchazón en la zona del pinchazo, registrar fiebre superior a 38 grados o sufrir vómitos o diarrea, según la documentación de AstraZeneca aprobada por la EMA, que menciona como efectos poco frecuentes (una de cada 100 personas o menos) mareos, disminución del apetito, dolor abdominal, sudoración y sarpullidos.
La información para el usuario proporcionada por AstraZeneca recomienda además a los vacunados buscar atención médica urgente si experimentan una reacción alérgica grave que combine algunos de los siguientes síntomas: debilidad o ligero mareo, cambios en el ritmo cardíaco, dificultad para respirar, hinchazón en labios, cara o garganta, urticaria, dolor de estómago, náuseas o vómitos.
Trombos
La Agencia Europea del Medicamento confirmó que la aparición de trombos combinados con niveles bajos de plaquetas debe incorporarse a la lista de efectos adversos de la vacuna de AstraZeneca como un posible efecto secundario “muy raro”, sin que hasta ahora haya podido determinar un factor de riesgo concreto que afecte a unos vacunados más que a otros.
Vacuna y trombos
Han sido 86 los casos -18 con resultado de muerte- que llevaron al comité de seguridad de la EMA a extraer esas conclusiones sobre su relación con la vacuna de AstraZeneca: en 62 de ellos las personas vacunadas sufrieron trombosis de senos venosos cerebrales (CVST, por sus siglas en inglés) y en los otros 24 se trató de trombosis venosa esplácnica (TVE).
La CVST es una enfermedad cerebrovascular poco frecuente. También se considera poco frecuente la TVE, aunque muchas veces solo se detecta de forma accidental.
La mayoría de casos investigados ocurrieron en mujeres menores de 60 años durante los 15 días posteriores a la vacunación, según precisó la EMA.