Profesora universitaria de Pediatría y Psiquiatría, Levine, de 63 años, era hasta enero directora de Salud en el estado de Pensilvania, encargada mayormente de la lucha contra el covid-19.
Ese puesto le dio la “experiencia esencial que necesitamos para que la gente supere esta pandemia”, había considerado el presidente, Joe Biden, al anunciar su nominación en enero.
Los republicanos, sin embargo, criticaron su gestión de la crisis sanitaria en Pensilvania.
Rachel Levine fue finalmente confirmada por 52 votos a favor frente a 48 en contra en el Senado, con solo dos legisladoras republicanas uniéndose al campo demócrata para aprobar su nominación.
“La doctora Levine se convierte en la primera estadounidense abiertamente transgénero en ser confirmada por el Senado, en un momento clave en la historia de Estados Unidos”, tuiteó Matt Hill, uno de los responsables de comunicación de la Casa Blanca.
Las asociaciones de defensa de las personas LGBT aplaudieron igualmente su confirmación.
“Es un momento histórico”, que marca un cambio “importante para la visibilidad y la integración de las personas transgénero”, reaccionó de su lado Kevin Jennings, director jurídico de la organización Lambda.
Rachel Levine es igualmente “la más alta responsable de nuestro gobierno que es abiertamente transgénero”, subrayó.
Su llegada a la administración de Biden marca un claro contraste con las medidas juzgadas como discriminatorias para las personas transgénero del expresidente Donald Trump.
Durante su discurso de victoria en las elecciones presidenciales de noviembre, Joe Biden fue el primer presidente electo de Estados Unidos en incluir a las personas transgénero en sus agradecimientos.