BRASILIA (EFE). Las Unidades de Terapia Intensiva (UTI), en diferentes estados de Brasil, están al límite ante el rápido avance de la pandemia del coronavirus.
Además de embargar el inventario excedente de las industrias farmacéuticas que aún no esté comprometido en contratos firmados con anterioridad, el Ejecutivo de Jair Bolsonaro propone recurrir al mercado internacional a través de la Organización Panamericana de Salud (OPAS), según los Ministerios de Salud y Comunicaciones.
También apuntó la posibilidad de realizar subastas electrónicas para la compra de fármacos a nivel nacional, con la posibilidad de que se sumen los propios estados brasileños, y aumentar el flujo de informaciones entre las distintas esferas del poder para “armonizar” las reservas disponibles.
El Gobierno se reunirá hoy con “representantes de las industrias de medicamentos” para “alertar” de la situación y “pedir ayuda efectiva”, a fin de buscar “soluciones de emergencia”.
Las UTI de 25 de los 27 estados brasileños están con ocupación igual o superior al 80% –en al menos 15 estados ya están al 90%–, lo que provocó que empiecen a escasear insumos de vital importancia para los cuadros más graves de covid-19.
Con un promedio diario de 2.000 muertes relacionadas con covid, Brasil es el actual epicentro global de la pandemia y acumula hasta la fecha casi 12 millones de positivos y 295.000 muertes.
El Gobierno de Bolsonaro expresó su “preocupación” ante el “avance de los casos” en el país, agravado por la circulación de variantes más contagiosas.
Sin embargo, el Ejecutivo quiso dejar claro que la compra de los medicamentos del llamado “kit de intubación”, que incluye oxígeno, sedativos, analgésicos y bloqueadores neuromusculares, es “responsabilidad” de los gobiernos regionales y municipales.
El Ministerio de Salud subrayó que su labor es “monitorear” la disponibilidad de medicamentos en toda la red pública nacional y enviar esas informaciones a fabricantes y distribuidores para que los estados puedan realizar sus peticiones.
Por su parte, el presidente Bolsonaro, que incluso recurrió ante la Justicia la adopción de medidas de distanciamiento social, dijo que Brasil “está dando resultado”, a pesar de “un problema gravísimo que enfrentamos desde el año pasado”.
“Brasil viene dando ejemplo. Somos uno de los pocos países que está a la vanguardia en la búsqueda de soluciones”, indicó el presidente.