HONG KONG (EFE). Los activistas, entre los que figuran algunas de las caras políticas más conocidas en Hong Kong, se presentaron ayer en diversas comisarías siete semanas después de ser detenidos por supuesta subversión tras haber organizado unas primarias extraoficiales en el seno del movimiento opositor.
Los acusados debían presentarse ante las autoridades en abril, pero el fin de semana se les notificó que esa cita se adelantaba, lo que fomentó rumores sobre que iban a ser acusados oficialmente bajo la ley de seguridad nacional, que contempla penas hasta de cadena perpetua.
La Policía confirmó que 39 hombres y 8 mujeres de entre 23 y 64 años fueron acusados con el cargo de “conspiración para cometer subversión”. Fueron detenidos y comparecerán ante un tribunal hoy.
Entre los 47, pertenecientes a diferentes facciones de la oposición prodemocrática, figuran conocidos activistas como Joshua Wong –actualmente cumpliendo una pena de 13 meses y medio de prisión por otros cargos–, académicos, políticos y líderes de la sociedad civil.
Uno de ellos, el consejero de distrito Lester Shum, indicó antes de presentarse en la comisaría que se trataba de una “represión total” contra la oposición y afirmó que no se “rendirá ante el régimen” al tiempo que pidió a los hongkoneses que “persistan en su lucha por la democracia”.
La actuación policial se produce menos de una semana antes de que China celebre las conocidas como “dos sesiones” en Pekín, las cumbres anuales del Legislativo y del máximo órgano asesor en materia política.
Asimismo, en los últimos días las autoridades consideraron una “urgente necesidad” de “optimizar” el sistema electoral de Hong Kong para que se sea gobernada por “patriotas”.
Los 47 opositores estuvieron entre los 55 detenidos a principios de enero en una macrorredada que causó polémica en la excolonia británica.
Las autoridades consideran que intentaron paralizar al Gobierno local con su participación de las citadas primarias, celebradas en julio del año pasado.
Esa votación extraoficial, calificada de “complot maligno” por parte de los mandatarios locales, contó con la participación de más de 610.000 hongkoneses.
El objetivo era aumentar las posibilidades de que el movimiento prodemocrático se hiciera con la mayoría en las elecciones legislativas que iban a celebrarse en septiembre de 2020 pero que fueron pospuestas un año debido a la pandemia.