MADRID (EFE). Un análisis mundial con más de tres millones de casos de covid-19 ha constatado que los hombres tienen casi tres veces más probabilidades que las mujeres de ser ingresados en cuidados intensivos y también de morir.
Ya era conocido que los varones sufren esta enfermedad en un ligero mayor porcentaje que las mujeres, pero este análisis se centra en la forma más grave de la enfermedad.
El estudio, publicado ayer en Nature Communications, sostiene que los datos estudiados hasta ahora reflejan que hay “un sesgo de aumento” de la gravedad de la enfermedad por covid-19 en los pacientes masculinos, si bien, advierte de que esta afirmación no ha sido validada en un análisis a gran escala con datos mundiales.
El estudio, liderado por Kate Webb, de la Universidad de Cape Town, en Sudáfrica, y por Claire Deakin, del University College de Londres (UCL), consistió en un metaanálisis de 92 informes médicos realizados entre enero y junio de 2020 y obtenidos de sitios web gubernamentales y de la literatura publicada.
El objetivo de Kate Webb y Claire Deakin era determinar si el sexo era un factor de riesgo para la infección por SARS-CoV-2 y para la mortalidad por coronavirus.
Su análisis incluyó 3.111.714 casos de 46 países y 44 estados de los Estados Unidos.
Comprobaron que los pacientes varones tenían mayores probabilidades (2,84 veces más altas) de ser ingresados en una unidad de cuidados intensivos como resultado del covid-19.
Además, las probabilidades de muerte por covid-19 eran 1,39 veces mayores para los pacientes varones que para las mujeres.
Ley seca por vacunación irrita a los rusos
MOSCÚ (EFE). La ley seca impuesta por las autoridades sanitarias antes, durante y después de la vacunación contra el covid-19 ha irritado a los rusos en vísperas de las fiestas de Año Nuevo, tradicionalmente bañadas con vodka y champán.
El anuncio ha sido recibido como un shock por muchos rusos, más aún cuando se ha recomendado a la población no salir de casa el fin de año para no propagar el coronavirus.
Mes y medio de abstinencia
Primero, las autoridades hablaron de 42 días de abstinencia, es decir, tres semanas entre cada dosis de Sputnik-V y otras tres semanas después de la segunda inyección.
Pero ese plazo se incrementó a 56 días, aduciendo que son necesarias, “como mínimo”, dos semanas de preparación del organismo al impacto de la vacuna.
La noticia coincidió con el inicio el pasado sábado de la campaña de vacunación contra el covid-19 en Moscú y en vísperas del comienzo de la inoculación a gran escala.
Y, además, choca con la creencia tradicional de una mayoría de rusos, sobre que el consumo de alcohol, en general, y de vodka, en particular, refuerza el sistema inmunológico.