El Ocean Viking, fletado por el grupo de ayuda francés SOS-Mediterráneo, rescató a 51 personas, entre ellas una mujer y cinco niños, principalmente paquistaníes y eritreos.
Fueron encontrados apiñados en un barco cuyos dos motores habían dejado de funcionar, a 30 kilómetros de la isla italiana de Lampedusa, situada entre Malta y Túnez.
La operación de rescate tuvo lugar en la encrucijada entre las zonas de búsqueda y salvamento italianas y maltesas, dijo SOS-Mediterráneo, y añadió: "Vamos a pedir a las autoridades de ambos países un lugar seguro para desembarcar".
El Ocean Viking volvió a zarpar el lunes después de tres meses de inactividad debido a la crisis del coronavirus.
A bordo, la tripulación tomó la temperatura de los migrantes y les dio mascarillas. Una persona con fiebre fue puesta en cuarentena como medida de precaución.
Los migrantes rescatados estaban visiblemente aliviados al dejar atrás el precario barco de madera. En medio de una pila de zapatos, cargadores de teléfono, bolsas de plástico, galletas y vómito, sólo había un chaleco salvavidas a la vista, detalló el reportero de la AFP.
Más de 100.000 migrantes intentaron cruzar el Mediterráneo el año pasado y más de 1.200 murieron en el intento, según la Organización Internacional para las Migraciones de la ONU.
La llegada del verano y las condiciones más favorables en el mar pueden hacer que aumenten los intentos de cruzar el Mediterráneo con la esperanza de llegar a Europa.