“Alcaldes de varias ciudades pidieron cerrar sus playas a partir del miércoles por la noche debido a que se constataron comportamientos inaceptables el fin de semana pasado”, dijo a la AFP la prefectura de Morbihan, en el noroeste de Francia.
Muchas personas, por ejemplo, no guardaban una distancia de seguridad o se mantenían estáticas, sentadas o tumbadas, algo que está prohibido, añadió la prefectura bretona.
Estas localidades costeras temían además que sus playas abiertas atrajeran a visitantes de otras regiones este fin de semana, ya que el jueves es festivo en Francia y muchos franceses harán puente.
Tras permanecer cerradas durante casi dos meses para luchar contra la epidemia del coronavirus, cientos de playas francesas reabrieron el fin de semana pasado para quienes deseen bañarse, pasear o realizar deporte en solitario.
No obstante, está prohibido permanecer inmóvil en la playa, tomando el sol por ejemplo, y tampoco se autorizan las reuniones de más de diez personas, las celebracioones o el consumo de alcohol.
Con más de 28.000 muertos, Francia es uno de los países más golpeados del mundo por el nuevo coronavirus. Pero tras registrar un retroceso en el número de decesos diarios y de pacientes graves, las autoridades decidieron levantar parcialmente el confinamiento el pasado 11 de mayo.