Como muchas otras potencias, el Reino Unido, con más de 30.000 decesos, verá derrumbarse su economía hasta niveles inauditos: el Banco de Inglaterra previó este jueves una caída histórica del 14% del PIB este año.
En Francia, se han evaporado cerca de medio millón de empleos desde el inicio de la crisis, según la oficina de estadísticas nacional.
Y en Estados Unidos, el país más afectado por la enfermedad con más de 73.000 muertos, decenas de millones de personas tuvieron que inscribirse en las listas de desempleados.
Es "peor" que el ataque sorpresa de Japón contra Pearl Harbor en 1941 o los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, dijo el miércoles el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
"Hemos pasado por el peor ataque que hayamos tenido en nuestro país", abundó.
Trump reiteró sus críticas contra China, y estimó que esta pandemia "nunca debió haber sucedido".
En respuesta, la portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores, Hua Chunying, lamentó el jueves que "solo Estados Unidos eleva una voz discordante, falsa e hipócrita".
"Es una pena ver que algunas personas en Estados Unidos echan la culpa a los demás en lugar de asumir sus responsabilidades", insistió, instando a los estadounidenses a "luchar al lado de China como socios, en lugar de como enemigos".
Uno de los sectores más golpeados por la crisis, el del turismo, también anunció el jueves cifras vertiginosas.
El volumen de turistas internacionales podría caer entre un 60 y un 80% en 2020, según la Organización Mundial del Turismo (OMT), que habla de "la peor crisis" desde que se iniciaron los registros, en 1950.
"El turismo ha recibido un duro golpe, y son millones los puestos de trabajo que se encuentran en peligro en uno de los sectores de la economía que más mano de obra emplea", dijo el secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili, citado en el informe de esta agencia de la ONU con sede en Madrid.
- Futuras hambrunas -
En este contexto, el gobierno francés precisará este jueves cómo se llevará a cabo el desconfinamiento a partir del 11 de mayo. Se hará de forma "progresiva" y "diferenciada", advirtió el primer ministro, Edouard Philippe.
Uno de los puntos más polémicos de este dispositivo es la reapertura de las escuelas, en un país donde la covid-19 ha causado cerca de 26.000 muertos.
En Reino Unido, las autoridades prorrogarán este jueves oficialmente el confinamiento en vigor desde marzo aunque se espera que este fin de semana se levanten algunas restricciones.
Con todo, "los efectos más devastadores y desestabilizadores se sentirán en los países más pobres", donde los Estados no pueden ni ayudar financieramente a la población, alertó el jueves la ONU, que busca recaudar 4.700 millones de dólares para "proteger millones de vidas".
"Si no actuamos ahora, tendremos que prepararnos a un aumento significativo de los conflictos, la hambruna y la pobreza. Se perfila el fantasma de múltiples hambrunas", dijo un alto responsable, Mark Lowcock.
En Brasil, donde el coronavirus ha matado a más de 8.000 personas, la tasa de mortalidad azota especialmente a los más desfavorecidos, sobre todo a la población negra. "La pandemia ahonda las desigualdades históricas heredadas de la esclavitud", afirma Emanuelle Goes, del instituto Fiocruz de Rio de Janeiro.
En América Latina y el Caribe se han registrado más de 300.000 casos y más de 16.400 muertos, según un recuento de la AFP realizado con base en datos oficiales.
A la espera de que el pico de la pandemia se alcance en los próximos días en distintos puntos de la región, varios países vecinos de Brasil observan con preocupación la evolución de la enfermedad en el gigante latinoamericano, mientras el ultraderechista Bolsonaro le quita hierro a la pandemia y anima a la población a no respetar las medidas de distanciamiento social impuestas por gobernadores en varias estados del país.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) pidió a los gobiernos que sean “cautelosos” a la hora de aligerar las medidas de confinamiento, y advirtió que la transmisión “es aún muy alta” en Brasil, Ecuador, Perú, Chile y México.
- ¿Ola de suicidios? -
En Estados Unidos, muchos inmigrantes indocumentados se niegan a ir al hospital hasta último momento por miedo a ser detenidos o recibir una exorbitante factura. La gente "tiene miedo de ir al hospital por las políticas antinmigración implementadas por el gobierno de Trump desde el primer día", asegura Francisco Moya, concejal de Queens, en Nueva York.
En Australia, el estrés y los problemas económicos causados por la pandemia podría llevar a miles de personas al suicidio, según la Universidad de Sídney.
En Europa, donde este jueves se superaron los 150.000 decesos, según un balance la AFP, el desconfinamiento se acelera en varios países.
Alemania, con unos datos sobre la enfermedad "muy satisfactorios", dio un paso adelante el miércoles en su plan de desconfinamiento, con la reapertura de todos los comercios y escuelas y la vuelta del fútbol profesional en mayo.
El país prevé levantar la práctica totalidad de las restricciones impuestas a mediados de marzo, con la excepción notable del cierre de las fronteras y la prohibición de las grandes manifestaciones deportivas o culturales con público.
La Bundesliga se reanudará a puerta cerrada a mediados de mayo. Será el primer gran campeonato de fútbol en volver a jugarse.
En Reino Unido, España e Italia, se espera que la competición se retome en junio.
Italia, el primer epicentro de la epidemia en Europa y que cuenta ya con casi 30.000 decesos, inició también un tímido desconfinamiento. Para tener una estimación más precisa del número de personas contagiadas, se efectuarán unos 150.000 test serológicos en Roma.
"Dar positivo en un test rápido no quiere decir que se esté protegido", advirtió por su parte el profesor Sergio Bernardini, uno de los responsables de esta campaña.
Una sutil normalidad va irrumpiendo también en España, donde la pandemia dejó unos 26.000 muertos, aunque el gobierno sigue muy vigilante.
Un desconfinamiento “precipitado” sería un “error absoluto, total e imperdonable”, dijo el miércoles el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, ante un Congreso que aprobó una nueva prórroga el estado de alarma hasta el 23 de mayo.