A las 19h30 locales del sábado, el fiscal público Youssouf Tom anuncia a la televisión que unos cuarenta combatientes de Boko Haram, capturados en una operación comenzada a principios de abril por Chad contra este grupo yihadista, habían sido encontrados muertos por sus carceleros el jueves de mañana en una prisión de Yamena.
De los 44 cadáveres, solo a cuatro se les practicó autopsia, añadió. El informe forense revelaría la presencia de una sustancia tóxica en los cuerpos, que provocó “un ataque cardíaco en algunos” o “asfixia severa en otros”. Los otros 40 cadáveres fueron enterrados.
El miércoles de noche, el ministro de Justicia chadiano, Yimet Arabi, había informado a la AFP que 58 integrantes de Boko Haram venían de ser trasladados a Yamena, para ser audicionados y juzgados por un tribunal de lo criminal.
"¿Qué ocurrió entretanto? ¡Todavía estamos estupefactos!", señaló el ministro a la AFP el sábado, tras el anuncio del fiscal, añadiendo que la investigación continúa.
Antes del anuncio sabatino, una fuente de seguridad, bajo condición del anonimato, señaló a la AFP que 44 presos habían sido encontrados muertos en la celda en la que habían sido encerrados sin agua ni comida.
Pero, el ministro de Justicia afirma que "no hubo malos tratos, y el día anterior los prisioneros estaban todos muy bien".
“Investigación independiente”
Este domingo de mañana, se escuchó la reacción de la sociedad civil y de la oposición al gobierno. “Se trata de una grave violación al derecho humanitario internacional”, destaca Jean Bosco Manga, fundador del Movimiento Ciudadano para la Preservación de las Libertades (MCPL).
"Cuando el enemigo está bajo tu égida, y desarmado, debe beneficiarse de toda la protección humanitaria", añade.
“El gobierno chadiano es responsable de lo que les ocurrió en prisión, las causas deben ser realmente determinadas, debe abrirse una investigación independiente”, fustigó Mahamat Alabo, una de las principales figuras opositoras en Chad.
Decenas de presos encontrados envenenados. Algo así, “hasta donde yo sé, nunca sucedió”, dijo a la AFP Ahmad Yacub Dabio, presidente del Centro de estudios para la prevención del extremismo en Chad.
“Debemos esperar los resultados para ver con mayor claridad”, matizó el investigador, quien solicitó que “se tomen todas las disposiciones para asegurar que los prisioneros restantes continúen vivos”.
¿Escapar a un juicio?
De los 58 yihadistas hechos prisioneros, 14 aún están vivos, sin que se sepa si estuvieron en contacto con la sustancia tóxica. "Están muy bien", afirma el gobierno, señalando que en la audiencia se podrá saber más sobre las circunstancias de este drama.
¿Los presos muertos habrían ingerido veneno para escapar a la humillación de un juicio y no dar información estratégica en sus interrogatorios y audiencias? “Este es uno de los escenarios plausibles”, afirma a la AFP Bulama Bukarti, especialista en Boko Haram en la universidad de Londres.
“Que recuerde, no hubo casos anteriores de miembros de Boko Haram que se hubieran suicidado en prisión”, añade, “pero es posible que hayan tomado su ejemplo de Abu Bakr al Baghdadi”. El líder del grupo yihadista Estado Islámico (EI) murió en octubre pasado, acorralado en un túnel sirio en Siria por comandos estadounidenses, accionando su cinturón explosivo.
¿Vengar a sus hermanos?
Otro escenario posible para el investigador es que "los presos hayan sido envenenados por las fuerzas de seguridad", para vengar a sus camaradas abatidos por los yihadista.
Este grupo habría sido capturado en el marco de la operación “Cólera de Bohoma”, lanzada tras la muerte de 98 soldados chadianos en un ataque de Boko Haram, el mayor desastre sufrido en 24 horas por el ejército chadiano.
“Los ejércitos de la región han ejecutado sin el más mínimo juicio a miles de personas sospechosas de pertenecer a Boko Haram, según informes de oenegés internacionales”, subraya Bukarti
Otra hipótesis es que estos prisioneros "en realidad nunca hayan sido capturados", señala el investigador.
Es posible “que Chad exagerase la cantidad de prisioneros”, de la misma manera que “numerosos observadores” creen que “las autoridades chadianas han inflado la cifra 1.000 yihadistas abatidos durante su operación militar”, sugiere.