“Un grupo armado terrorista perpetró un ataque contra una iglesia en el pueblo de Pansi en el momento en el que los feligreses celebraban el culto dominical”, declaró a la AFP una fuente de seguridad.
“El balance aún no es definitivo pero testigos y supervivientes dieron cuenta de al menos diez muertos” añadió esta fuente y señaló que el pastor de la iglesia fue secuestrado por los atacantes.
“Es difícil tener una idea de la situación pues los habitantes huyeron tras el ataque”, declaró a la AFP un vecino contactado en Sebba, localidad cercana donde se refugiaron pobladores de Pansi.
“Incluso en Sebba hay una situación de psicosis porque terroristas mataron a cristianos y su pastor”, agregó este habitante que quiso conservar el anonimato.
El 10 de febrero, un grupo de yihadistas irrumpió en Sebba y secuestró a siete personas en el domicilio de un pastor. Tres días después, fueron halladas muertas cinco personas, entre ellas el pastor, y otras dos (mujeres) sanas y salvas, según el gobernador de la región del Sahel.
Varios imanes fueron asesinados igualmente por yihadistas en el norte de Burkina desde que hace cuatro años comenzaron los ataques, cada vez más frecuentes y mortíferos.
Desde 2015, han dejado unos 750 muertos y 600.000 desplazados en este país fronterizo con Malí y Níger. Según la ONU, 4.000 personas murieron en 2019 en ataques yihadistas en estos tres países.