Pompeo expresó “el apoyo inquebrantable de Estados Unidos a Guaidó, a la Asamblea Nacional y al pueblo venezolano en su intento por recuperar la libertad y la prosperidad”, según indicó la portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus.
Pompeo se comunicó telefónicamente con Guaidó, líder de la Asamblea Nacional dominada por la oposición, a días de la celebración de la independencia de Venezuela el 5 de julio, cuando el político venezolano planea una nueva manifestación.
El mitin sigue a la muerte bajo custodia el 29 de junio del capitán de la armada venezolana Rafael Acosta Arévalo, quien había sido arrestado una semana antes por agentes de contrainteligencia, acusado de conspirar contra el gobierno.
Su abogado dijo que lo vio por última vez el día antes de su muerte, en silla de ruedas, incapaz de hablar y con signos de tortura.
Un sargento y un teniente de 22 y 32 años fueron arrestados el lunes por su muerte, pero el encargado de negocios de Estados Unidos en Venezuela, Jimmy Story, dijo a periodistas que dudaba que hubieran actuado por su cuenta.
“¿Son dos jóvenes miembros de la DGCIM (dirección de contrainteligencia militar venezolana) quienes tomaron la decisión? Lo dudo mucho”, declaró.
“Todos los que están en la cadena de mando son responsables de lo que sucedió”, sostuvo.
Estados Unidos junto con la mayoría de las potencias latinoamericanas declaró en enero ilegítima la presidencia de Maduro y reconoció a Guaidó como presidente interino luego de que la elección del último año fuera ampliamente criticada por irregularidades.
Pero Maduro ha resistido la campaña de presión de Estados Unidos, que ha incluido sanciones a las cruciales exportaciones de petróleo venezolano, mientras que sigue gozando del apoyo de Rusia, China y Cuba.
Guaidó intentó el 30 de abril expulsar a Maduro con un amotinamiento de militares, pero sus esfuerzos fracasaron horas después cuando la cúpula militar se mantuvo leal al mandatario.
El presidente de izquierda gobierna una economía en ruinas que ha provocado la salida de millones de sus ciudadanos de Venezuela, mientras que bienes básicos y medicamentos han quedado fuera del alcance de la mayoría de la población.