Kim Kardashian está dispuesta a lo que sea con tal de brillar en una alfombra roja, en este caso en la MET Gala, la cita con la moda más importante del mundo luciendo nada más y nada menos que como Marilyn Monroe.
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Para lograr su objetivo se sometió a tres semanas de dieta estricta sin carbohidratos, a correr todos los días kilómetros y kilómetros y a sesiones de sauna dos veces por día para poder entrar en el vestido que Marilyn Monroe lució en el cumpleaños número 45 del presdisente John F. Kennedy.
Con esa rutina perdió los siete kilos necesarios para entrar encorsetada en el mítico vestido. “La gente no va a creer que estas son mis medidas” dijo en un reel de Instagram que se viralizó horas antes del evento.
El “Happy Birthday Mr. President dress” costó originalmente un poco más de USD. 1.000 pero luego fue comprado por la casa de subastas de “Aunque Usted no lo Crea de Ripley” por más de USD. 4.000.000. El mismo es guardado con el mayor celo en una bóveda oscura con una 60% de humedad controlada.
El detalle es que para que le quedara como un guante, se probó primero una réplica del vestido que le fue perfecto. Luego, el vestido original salió del museo y voló en avión para llegar a la residencia de Kardashian. La prenda fue transportada por guardias de seguridad, pero la segunda prueba no salió como esperaba, así que Kardashian tuvo que tomar la determinación de entrar como sea en el atuendo.
Tras tres semanas de intenso cuidado estético y nutricional logró su objetivo y el vestido le quedó perfecto. La condición fue solo usarlo para caminar por la alfombra roja y luego devolverlo. Así lo hizo y tras lo cual vistió una réplica del mismo. Después de eso, Kim Kardashian se dio un festín de carbohidratos con cajas y cajaz de pizzas y docenas de donas.
Con información de EFE.