El estómago es uno de los órganos más vulnerables. Es el blanco perfecto para las enfermedades, de ahí que sea tan importante mantenerlo sano y evitar, o contrarrestar, los efectos secundarios que conllevan las comidas abundantes.
Una buena digestión de los alimentos proporciona la absorción de todos los nutrientes necesarios para el organismo y una buena calidad de la sangre. Por el contrario, una mala digestión o el consumo de alimentos inapropiados favorecen la formación de toxinas en la sangre, que influye en el desarrollo de los tejidos y dificulta la absorción de los nutrientes necesarios.
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El resultado es la creación de tejidos débiles que propician enfermedades o malestar gatrointestinal. Las principales causas que provocan alteraciones gastrointestinales son, sobre todo, el consumo de alimentos inapropiados, incompatibles con el organismo cantidades excesivas, comer rápido, excederse con las comidas copiosas y el consumo de bebidas o alimentos irritantes, como el café, el alcohol o el chocolate.
Algunos consejos para evitar digestiones pesadas
El proceso de digestión está diseñado para que se realice de manera rápida y, de este modo, obtener el máximo valor nutritivo de los alimentos que se ingieren. Cuando la digestión es lenta, los alimentos que no se digieren pueden fermentarse y provocar síntomas de malestar gastrointestinal, como ardores, dolor abdominal, náuseas, eructos o reflujo, entre otros. Pero las comidas copiosas o los excesos no son la única causa de una mala digestión. Para evitar esta fermentación de los alimentos, deben tenerse en cuenta varios aspectos:
- No comer en exceso: es mejor comer poca cantidad y de forma más frecuente.
- Masticar bien: de lo contrario, los alimentos pasan menos triturados al estómago y la digestión se demora.
- Evitar beber durante las comidas: beber grandes cantidades de líquido durante las comidas puede diluir las enzimas y los ácidos responsables de la digestión.
- No comer muy tarde: durante la noche, los procesos digestivos se ralentizan. Comer muy tarde es una causa común de problemas de digestión.
- Evitar el estrés: tener un estado de ánimo alterado en el momento de comer, como disgusto, ira o estrés, afecta de forma directa a la digestión y hace que las enzimas digestivas no actúen a tiempo.
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- Evitar el consumo excesivo de azúcares e hidratos de carbono.
- Tomar una infusión digestiva después de las comidas (manzanilla, menta, té verde, boldo).
- Dejarse guiar por los sentidos, es decir, si nota que algo no le sienta bien, dejar de comerlo. Si no se tiene apetito, no forzar, y si tiene mucho apetito, comer despacio para saciarse antes.
- Los expertos indican que es mejor evitar la mezcla de alimentos ácidos con carbohidratos, ya que los ácidos dificultan la acción de las enzimas digestivas.
Remedios naturales
Cuando se desarrollan los síntomas de una mala digestión, ya no hay vuelta atrás. Tan solo se pueden paliar con algunos remedios naturales y caseros que ayuden a pasar este proceso de la mejor manera posible.
- El jugo de un limón, agua y bicarbonato sódico. Exprimir un limón, añadir agua y 1 cta. de bicarbonato; mezclar y beber.
- Calentar un vaso de agua y añadir 1 cda. de miel y 2 cdas. de vinagre de manzana; mezclar bien y beber.
- Tomar una infusión de manzanilla, canela, tomillo o kuratu.
- Comer una banana madura, porque alivia la inflamación estomacal y es un antiácido natural.
Fuente: consumer.es