Un reciente estudio realizado en nuestro país apunta a que los dolores de cabeza o migrañas estarían estrechamente relacionados con la ingesta de ciertos alimentos, más específicamente con una intolerancia al huevo, los lácteos y el trigo, en ese orden.
Durante la consulta de los licenciados Carolina Sosky y Antonio Danei se realizó la determinación de anticuerpos IgG específicos a alimentos por el método de análisis de muestras de sangre diluidas en reactivos con extractos de proteínas alimentarias en 38 pacientes con migraña.
El estudio reveló que son tres los alimentos causantes entre el 37 y el 58 % de las intolerancias alimentarias, específicamente el huevo, los lácteos y el trigo, en ese orden.
Los pacientes fueron instruidos para modificar su alimentación durante dos meses. La investigación demostró que el cambio en la dieta para contrarrestar las intolerancias alimentarias puede ser realmente un tratamiento efectivo para aquellas personas que sufren migraña o jaqueca, un dolor de cabeza usualmente muy intenso e incapacitante para quien lo sufre.
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Es importante mencionar que cualquier cambio en el plan de alimentación y eliminación de determinados alimentos o grupos de alimentos debe realizarse con precaución, con el fin de garantizar que el aporte de nutrientes sea el adecuado.
Cambios en la dieta = menos dolores de cabeza
La totalidad de los pacientes modificó su plan de alimentación siguiendo las recomendaciones de los profesionales. El 95 % de los pacientes con migraña se benefició de la intervención en su plan de alimentación, y reportaron mejorías considerables al segundo mes de tratamiento.
Excesiva sensibilidad a los alimentos
La intolerancia alimentaria es cualquier forma de sensibilidad a un alimento. Esta puede ser enzimática o por compuestos químicos naturales de los alimentos. Muchas intolerancias están asociadas a una respuesta inmune inapropiada a determinados alimentos.
Mientras las causas de la intolerancia alimentaria no están totalmente entendidas, una mala digestión, disbiosis (irregularidades microbianas), candidiasis (infección fúngica o micosis), parásitos, infecciones intestinales, dieta pobre y poco equilibrada, consumo de alcohol o los efectos de algunos medicamentos pueden jugar un importante papel desencadenante.
La producción de anticuerpos es una de las vías por la cual el sistema inmune de nuestro organismo reacciona a sustancias que le afectan adversamente.
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En circunstancias normales estos anticuerpos se combinan con proteínas del alimento para formar complejos, los cuales son eliminados por el sistema inmune. Sin embargo, si el mismo está sobresaturado, los complejos pueden acumularse en lugares tales como articulaciones o el tracto digestivo para producir los síntomas relacionados con la intolerancia alimentaria.
Análisis de intolerancia alimentaria
Una vez que el médico descarte otros diagnósticos que motiven la migraña, el paciente debe pensar como primera causa de esta la intolerancia alimentaria.
El análisis permite, mediante una sencilla extracción de sangre, detectar la presencia de anticuerpos IgG específicos frente a más de sesenta extractos alimentarios. Los resultados de esta prueba muestran los alimentos potencialmente perjudiciales para el paciente, una información muy valiosa para reconducir la dieta y acabar con el problema.
Tratamiento
La primera medida es eliminar de la dieta los alimentos con un nivel de sensibilidad elevado, durante tres o cuatro meses. Transcurrido este tiempo, se reintroducirán poco a poco y en pequeñas dosis, de forma escalonada, empezando por los alimentos que presentan sensibilidad en el grado más bajo y no más de un alimento por semana. De esta forma, se realiza una dieta personalizada y específica para reducir y eliminar completamente esos temidos dolores de cabeza.
(*) Reg. Prof. 246 - Reg. Prof. 152