Sol, calor y deshidratación: qué hacer para sobrellevar los días de intenso calor

Las altas temperaturas no dan tregua. Te damos algunos consejos para llevar lo mejor posible este momento y lidiar con los días de intenso calor.

Altas temperaturas y deshidratación.Shutterstock
audima

El agua es el principal aliado para enfrentar las altas temperaturas que caracterizan a la presente época del año. Para evitar la deshidratación y garantizar la ingesta adecuada de líquidos, podemos disponer en nuestro hogar de un amplio repertorio de bebidas, frutas y verduras con contenido hidratante para nuestro organismo, pero siempre recordando que, como el agua, nada sacia mejor nuestra sed.

El agua es la base de los líquidos corporales, representa más de las dos terceras partes del peso del cuerpo humano y todas las células y órganos dependen del vital líquido para su normal funcionamiento. Una pérdida de solo un 8 % de agua sería suficiente para provocar una enfermedad grave.

Regula la temperatura corporal a través de la transpiración y también cumple un papel fundamental en el proceso digestivo, debido a que ayuda a prevenir y aliviar el estreñimiento al movilizar el alimento a través del intestino. El agua también ejerce una función de limpieza en el organismo, ya que elimina las toxinas del metabolismo.

La mejor fuente de agua es el agua potable, porque propicia una mejor digestión al facilitar el transporte de los nutrientes ingeridos en las comidas. Pero el agua también se obtiene a través de otras bebidas y alimentos líquidos, tales como las sopas, la leche y los jugos. Las bebidas alcohólicas y las que contienen cafeína no son las mejores opciones, puesto que tienen un efecto diurético.

A las personas que les cuesta ingerir líquidos si no tienen sed, les ayudará disponer de una gran variedad de bebidas, pues esto facilita que la ‘obligación’ de hidratarse tomando líquidos pueda resultar placentera.

Qué es la deshidratación

Deshidratación.

Es la pérdida excesiva de agua y sales minerales del organismo. Las altas temperaturas, beber poca agua, tener una intensa actividad física o padecer enfermedades en las que el balance hidroelectrolítico esté alterado, llevan a la rápida pérdida de líquidos, una situación que podría llevar incluso hasta la muerte. Los casos de deshidratación grave requieren atención médica urgente.

Los expertos advierten también sobre la sensación de sed: es posible no tener sed y que a pesar de ello nuestro organismo esté necesitando líquidos. Según un estudio realizado por especialistas de la Universidad de Connecticut, esperar a beber cuando aparece la sed es un hábito que se debe cambiar porque en ese momento ya se ha iniciado el proceso de deshidratación, se han perdido líquidos por el calor, la actividad física, la exposición al sol… y es necesario reponerlos, en caso contrario se padecería debilidad, cansancio, dolor de cabeza, falta de concentración, bajo estado de ánimo, etcétera.

Se considera deshidratación leve cuando se pierde un 1,5 % del volumen de agua del organismo.

También recomiendan que la temperatura del agua sea moderada, ya que los extremos, agua muy fría o caliente, provocan que no bebamos la cantidad que necesitamos. Tampoco olvidemos que cuando se tiene sed, si bebe algo dulce la sed no se aplaca, por lo que después de saciar el beber por placer, se puede beber por necesidad de apagar la sed.

Recomendaciones para evitar la deshidratación

Mujer comiendo frutas.
  • - Ingerir líquidos en cada comida y entre ellas.
  • - Elegir el agua preferentemente al resto de bebidas, y a ser posible agua con un adecuado contenido en sales minerales.
  • - Aumentar el consumo de frutas, verduras y ensaladas.
  • - No esperar a tener sensación de sed para beber. Disponer de agua u otro líquido a mano.
  • - Mantener las bebidas a temperatura moderada, pues si están muy frías o muy calientes se suele beber menos. Niños y ancianos presentan mayor riesgo de deshidratación.
  • - Elegir las bebidas de acuerdo con el nivel de actividad física, necesidades de salud y estilo de vida.
  • - Aumentar la ingesta de líquidos en ambientes calurosos y antes, durante y después del ejercicio.
  • - Si está a dieta, consuma siempre agua y bebidas bajas en calorías.
  • - Jóvenes y adultos deben ingerir como mínimo unos 2 litros de agua por día, es decir, el equivalente a unos 8 vasos.
  • - Los adultos deben beber agua sin gas para evitar las flatulencias, salvo casos excepcionales en los que se prescriba para evitar dispepsias.

Asesoró: Lic. Antonio Danei (Reg. Prof. 246).

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