A los metálicos de toda la vida les han surgido unos competidores de primer nivel: los cuchillos de cerámica. Su diseño, ergonomía y capacidad de corte enamoran a primera vista, pero ¿qué tanto conviene o no invertir en estos nuevos cuchillos?
Los cuchillos metálicos
Los podemos encontrar en diferentes tamaños, colores y calidades. El tipo de acero que se usa determinará por cuánto tiempo mantendrán el filo y su capacidad de cortar adecuadamente.
Los cuchillos metálicos requieren de mínimos cuidados: usarlos para lo que se supone que están diseñados (no para abrir latas, por ejemplo), lavarlos a mano, secarlos y guardarlos en un lugar seguro. Sin embargo, con el tiempo, empezarán a mostrar signos de deterioro, y debemos afilarlos para que recuperen el filo y su funcionalidad.
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Hay diferentes tipos de cuchillos metálicos para diferentes funciones. Hay mejores y peores, para deshuesar, cortar, trocear… Para todos los gustos y de todos los precios.
Los cuchillos de cerámica
Para empezar, el principal atractivo de la cerámica es su dureza. La escala de Mohs clasifica a los minerales según su grado de dureza en una escala del 1 al 10. Los diamantes se consideran los minerales más duros del planeta y tienen una puntuación de 10. Dentro de esta escala, los cuchillos tradicionales de acero inoxidable tienen una puntuación de 5,5, mientras que los de cerámica alcanzan 8,2; es decir, alrededor de un 50 % más duros. El material del que están hechos es el dióxido de zirconio (un material cerámico) y se afilan con uno de los pocos materiales que es más duro que él: el diamante. El resultado son cuchillos con una capacidad de cortar muy superior a la de los tradicionales.
Sin embargo, los cerámicos no son tan diversos en lo que respecta a tamaños, estilos y funciones: solo se deben usar para cortar frutas, vegetales y carnes sin hueso. La hoja es más dura, pero es más frágil y quebradiza. Puede suceder que si se cae o se intenta cortar huesos o productos congelados, se puede partir.
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A la hora de usarlos, los cuchillos de cerámica son extremadamente ligeros, lo cual reduce el cansancio de la mano mientras se corta y requiere menos esfuerzo a la hora de trabajar con ellos. Al contrario que los metálicos, no se oxidan ni dejan un sabor metálico en los alimentos. Las hojas mantienen su filo durante mucho tiempo y, cuando se tienen que afilar, se deberán enviar al fabricante (en el caso de los cuchillos de alta gama) o usar un afilador específico.
Cuchillos de cerámica: ¿sustituyen a los cuchillos metálicos?
Los cuchillos cerámicos nunca reemplazarán del todo a los tradicionales, sobre todo porque no se pueden usar para todas las funcionalidades que se requieren en una cocina. Este tipo está específicamente diseñado para cortar superficies blandas (carnes, frutas, vegetales). Sin embargo, lo hacen muy bien y, por ello, son un excelente complemento a nuestros cuchillos normales.
Por el precio, los cuchillos de cerámica pueden parecer caros, pero lo cierto es que un cuchillo metálico de alta calidad también cuesta bastante dinero. Además, hay que recordar que requieren afilarse menos, lo cual los hace más económicos en el largo plazo.
Ventajas de los cuchillos de cerámica
Son cuchillos mucho más ligeros que los de acero inoxidable. Se sienten en la mano como una pluma, lo que permite manejarlos con mucha más destreza y soltura.
Su mayor dureza les hace cortar mucho mejor, y eso los hace ideales para hacer cortes más finos y precisos, filetear y pelar, tanto por la capacidad de corte como por el poco peso.
El material del cual están hechos hace que no absorban ni retengan olores ni sabores, por lo que son mucho más higiénicos y antimicrobianos.
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Tienen un diseño más ergonómico y adaptado a la mano. Por lo ligeros que son, es muy importante la adaptación a la ergonomía de la mano que lo maneja, para que no se escape y podamos trabajar con ellos de forma segura.
Al contrario que los cuchillos tradicionales, no se oxidan.
Al ser mucho más duros y resistentes, permanecen mucho más tiempo afilados que los cuchillos de acero inoxidable.
Inconvenientes de los cuchillos de cerámica
Los cuchillos de cerámica suelen tener un precio superior; seguramente no van a ser los más económicos de tu cocina.
Precisamente, una de sus ventajas –como es la capacidad de cortar– se puede volver en su contra. Hay que tener mucho cuidado al usarlos, porque cortan ¡y mucho!
No son aconsejables para cortar materiales más duros, como productos congelados o huesos, ni para que entren en contacto con tablas de piedra o metal.
Su mantenimiento requiere un poco más que un cuchillo normal. Se tienen que usar solo sobre superficies de madera y plástico, lavar con jabones suaves y guardar en fundas específicas que los protejan.
Son más frágiles, pueden romperse o dañarse ante golpes secos, como una caída. Aunque no es para tanto tampoco.