Hoja de laurel: para qué sirve

Las hojas de laurel tienen un amplio uso en las preparaciones de cocina. El laurel es un condimento que, usado en exceso, puede dar un resultado no deseado.

Laurel.Shutterstock
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Desde la cuenca del Mediterráneo a las riberas del Mar Negro, el laurel creció a sus anchas, salvaje y montaraz. Con las hojas del laurel se elaboraron coronas triunfales que usaron generales y emperadores de la antigua Roma y que han llegado como símbolo de la victoria hasta nuestros días.

Las hojas de laurel proceden del “laurel común” (Laurus nobilis), también llamado laurel europeo o laurel de cocina. Es un árbol dioico siempre verde, perteneciente a la familia de las Lauráceas. Alcanza de 5 a 10 metros de altura, con tronco recto de corteza gris, copa densa, oscura, y con hojas y flores muy aromáticas. Sus hojas se pueden recoger durante todo el año para uso en fresco o para hacer ramilletes para secar en la oscuridad o al horno.

Las hojas secas tienen un sabor más intenso que las frescas. Como planta medicinal, el laurel es un tónico estomacal (estimulante del apetito, digestivo, colagogo y carminativo). El aceite esencial obtenido de los frutos (“manteca de laurel”) se usaba tradicionalmente para el tratamiento de inflamaciones osteoarticulares y pediculosis.

En la cocina, las hojas de laurel se usan durante la cocción de los alimentos para darle su característico aroma.

En la cocina, sus hojas se usan durante la cocción de los alimentos para darle su característico aroma. En grandes cantidades llega a ser tóxica, y a veces se ha usado como droga. El sabor y el aroma del laurel son básicamente balsámicos con un toque fresco, dulce y picante. Se usa en adobos con vinagre, marinadas, verduras en vinagre, ramitos de hierbas para caldos, en la salsa bechamel, e incluso en natillas.

También es un condimento aromatizante de muchas comidas: estofados, pescados, patés, sopas... Interviene en casi todos los guisos. Un pollo asado sobre una cama de laurel es estupendo. El laurel combina con casi todo, desde platos con carnes rojas, aves y pescados hasta salsas para pastas.

La hoja de laurel se debe usar con moderación porque su aroma contundente unifica los sabores cubriendo el gusto propio de los alimentos. Más de una o dos hojas pueden transformar un guiso o un asado en un plato decididamente amargo.

Las hojas se pueden comprar tal cual para uso culinario o para preparar en infusión. Para elaborar la infusión se emplean unas tres o cuatro hojas por taza. Se hierve el agua y se separa del fuego, se añaden las hojas y se deja reposar unos diez minutos. Las infusiones se pueden tomar antes de las comidas para estimular el apetito o después de las mismas, para favorecer la digestión.

Hoja de laurel: para qué sirve

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