La moringa oleífera es conocida como el árbol verdura y también el árbol milagroso porque su contenido de proteínas, vitaminas y minerales es sobresaliente. La FAO y la Organización Mundial de la Salud la recomiendan como alimento de primer orden en el mundo y la llaman “el descubrimiento del siglo”.
¿Qué partes de la moringa son comestibles?
Todas las partes de la planta son comestibles. Un análisis nutritivo indica que las hojas de la moringa poseen una enorme riqueza de nutrientes esenciales que evitan enfermedades. Además contienen todo el aminoácido esencial, algo que es poco común en una planta. Dado que las hojas secas son concentradas, tienen grandes cantidades de estos varios nutrientes, con la excepción de la vitamina C. Se ha utilizado a la moringa en programas gubernamentales en África y Asia (India, Mauritania, Senegal) para apoyar regiones con alto nivel de desnutrición.
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Las hojas y vainas de la moringa oleífera son un recurso extremadamente valioso de nutrición para personas de cualquier edad. Para niños de 1 a 4 años, 100 gramos de hoja fresca les proveen las necesidades diarias de calcio, alrededor del 75 % del hierro y la mitad de las proteínas necesarias; también los importantes suplementos como potasio, complejos de vitamina B, cobre y todos los aminoácidos esenciales.
En medicina humana se aprovecha como antibiótico, antialergénico, cicatrizante, promotor del crecimiento, recuperador de niños desnutridos y pacientes con VIH, además de ser un excelente antioxidante que retrasa el envejecimiento. Sin embargo, se sugiere que cada persona consulte con su médico si puede tomar suplementos de moringa junto con otros medicamentos de prescripción.
Efectos adversos de la moringa
En algunas personas les puede dar sueño o bajar la presión, o malestares estomacales y evacuaciones frecuentes. También cuando se consume con medicamentos fuertes o con alcohol suelen presentarse manifestaciones alérgicas como, por ejemplo, ronchas.
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Lo importante es que la persona vaya tomando de a poco, porque el cuerpo tiene que asimilar. Hay que ir modificando el consumo de acuerdo a lo que va sintiendo. Como es un producto natural, no tiene efecto residual en el organismo.
Cómo consumir la moringa
Polvo de moringa: hay más de 46 antioxidantes y 36 antiinflamatorios de origen natural en la planta de moringa. El mejor modo de aprovecharlos al máximo es mezclar diariamente una cucharadita de polvo de moringa con un vaso de jugo de naranja o cualquier otra bebida. La mejor hora para consumir es de mañana y en ayunas. El polvo también puede ser utilizado en las sopas de verduras, pucheros, guisos, arroces, aderezos y otros.
Hojas frescas: tienen un gusto suavemente picante (una mezcla entre berro y rabanito). Se cocinan como una verdura más. Con las hojas trituradas y mezcladas con agua, se fabrica el jugo de moringa. Si las hojas se pican o machacan, pueden ser usadas como aderezo.
Flores: las crudas no son comestibles, por lo que deben cocinarse antes. Son ricas en carbohidratos y tienen un buen sabor; se pueden mezclar con huevos batidos y hacer una tortilla. Salteadas, fritas o al vapor, las flores se pueden añadir como complemento a las ensaladas.