El movimiento al caminar beneficia al cuerpo en el proceso de digestión, así como al movimiento intestinal. Una actividad física ligera o moderada ayuda también a controlar la insulina y el metabolismo de los azúcares. Incluso se controla mejor el movimiento de las grasas y la segregación de hormonas.
Con solo media hora de paseo tras la comida es suficiente para obtener los beneficios mencionados.
Mejor digestión
Un simple paseo de unos treinta minutos nos relajará y nos ayudará mucho en una serie de aspectos como, ante todo, realizar mucho mejor la digestión.
Uno de los principales beneficios que nos aportará caminar después de comer es mejorar el proceso digestivo acelerando el metabolismo, de modo que consigamos una digestión más rápida y eficaz.
A esto hay que sumarle que con esta actividad quemaremos algunas calorías que nos sobran, haciendo que optimicemos al máximo lo obtenido a través de la digestión.
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Mantener bajo el nivel de glucosa
Evitar reposar después de cada comida y lanzarnos a caminar hará que activemos la circulación y, con ello, el mayor y mejor aprovechamiento de los nutrientes.
Una caminata después de comer es muy buena para mantener controlados los niveles de glucosa en sangre. Después de las comidas, durante la digestión, estos niveles suelen aumentar mucho. Si nos quedamos quietos, este aumento puede acarrear -a la larga- consecuencias tales como aumento de peso, de los niveles de triglicéridos en sangre, del colesterol y otros indicadores. Caminar después de comer nos ayudará a disminuir enormemente los niveles de glucosa en sangre y mantenerlos a rajatabla.
Después de cenar es aún mejor
Caminar después de comer por la noche es una de las mejores acciones que podemos hacer. Sobre todo porque a esa hora del día nuestro metabolismo es mucho más lento y es necesario que lo activemos.
La mejor manera de afrontar las cenas es hacerlo con alimentos bajos en calorías y con poca carga de glucosa. Si a esto le sumamos una pequeña caminata tras la cena conseguiremos mejores resultados.
Por todos estos motivos, realizar alguna actividad después de comer es una buena ayuda para la salud. El ejercicio debe ser de baja intensidad para no entorpecer la digestión. Caminar, bailar, sacar a pasear al perro, subir escaleras, el caso es evitar sentarnos y acomodarnos.