Estamos viviendo una crisis sin precedentes, para la que muy pocos estaban preparados. ¿Qué hacer en esta situación y cómo prepararnos mejor para la próxima crisis?
Así como el marinero que se encuentra en medio de la tormenta entiende que no es momento de hacerle mantenimiento al barco sino que enfocará sus recursos y energías en llegar a buen puerto, las familias deben intentar transitar de la mejor forma posible esta violenta turbulencia. Desde el punto de vista económico y financiero es limitado lo que se puede hacer. Por ello, los gobiernos han desplegado una batería de medidas sin precedentes para apoyar a los que lo precisaban.
Pero hay cosas que sí están a nuestro alcance: administrar los recursos de la mejor forma posible, armando un presupuesto y evitando gastos innecesarios; siendo muy prudentes con el manejo de la deuda y evitando fraudes – que hoy con la virtualidad y con hackers con tiempo ocioso se han multiplicado. Y apoyarse en las medidas que ha puesto a disposición de la población el gobierno. Medidas para empresas, para trabajadores y para la población más vulnerable. ¿Son muchas? Si. ¿Son suficientes? No. Otros países con más margen fiscal tuvieron la posibilidad de implementar mayores apoyos.
¿Cómo prepararme mejor para la próxima crisis?
En futuras columnas repasaremos principios de bienestar financiero, acciones que podemos llevar adelante para tener una vida más saludable del punto de vista económico y financiero. En esta entrega, me quiero concentrar en dos conceptos: El primero, la certeza de que esta crisis terminará y que vendrán otras. El segundo, la importancia de prepararnos mejor para la próxima crisis a través de un manejo prudente de las finanzas personales. En cuanto a este último punto, es clave la constitución de un fondo de reserva.
El fondo de reserva es, justamente, una reserva para cuando pasa algo inesperado, como una enfermedad o la pérdida de empleo. Esto es algo que nos puede pasar a cualquier edad y en cualquier momento. La preparación permite superar adversidades inesperadas. Y no es solo una manera de manejar el riesgo. Es una forma de crear tranquilidad para nosotros y nuestras familias.
¡Cuánto mejor hubiera permitido sobrellevar la actual crisis el tener este fondo de emergencia!
Que esta crisis pase lo más rápido posible y que sus enseñanzas queden con nosotros.
Afrontar mejor los desafíos financieros
El dinero está muy presente en las vidas cotidianas. Tomamos decisiones financieras todos los días: desde si tomar un café en casa antes de salir o hacerlo en un bar; si comprar una mesa que vale 10 o 25, si ahorrar o jugar a la lotería.
Vivimos en una sociedad de consumo que con frecuencia lleva al sobreendeudamiento.
Estudios muestran que personas con menor educación financiera ahorran menos, se endeudan más, realizan transacciones en forma menos eficiente y más costosa, y son mas susceptibles a ser víctimas de fraude o engaño. Las personas instruidas financieramente toman decisiones informadas y efectivas en temas que van desde presupuesto diario hasta la planificación de largo plazo. Relevan información importante para la toma de decisiones, desarrollan habilidades requeridas para evaluar opciones y planifican sus necesidades futuras.
Creamos este espacio para presentar los desafíos financieros a los que nos enfrentamos y como afrontarlos mejor. Distintas personas tenemos diferentes necesidades y objetivos. Pero hay ciertos pasos a seguir, hábitos a adoptar, que mejoran el bienestar financiero.
Prepararse con tiempo y aprender a pensar en estos temas aumenta nuestras chances de mejorar nuestra calidad de vida. Porque son del tipo de decisiones que cuando uno las toma a tiempo y con información, mejora los resultados. Estamos a tiempo solo si lo hacemos con tiempo.
Tener más dinero no hace que una persona sea mejor o mas feliz, pero permite tener mas oportunidades y mas opciones. Manejarnos mejor en temas financieros y prepararnos mejor para los desafíos nos dará tranquilidad, a nosotros y a nuestras familias.
No es difícil. Requiere disciplina y hábitos.
*La autora tiene 25 años de experiencia en el mercado financiero y 29 años de docencia universitaria. Es conferencista y asesora de instituciones financieras, directora independiente, columnista en diario y TV y Presidente de CFA Society Uruguay. Es economista, CFA charterholder y graduada del programa de Liderazgo de la Escuela de Negocios de Harvard.