Desde hace 22 días, varias familias afectadas por la crecida del río Paraná y el arroyo Acaraymí permanecen bajo carpas que fueron habilitadas en una subseccional en la zona alta. Allí reciben víveres y asistencia médica por parte de la Itaipú y algunas organizaciones sociales.
Como el agua ya recuperó su curso normal, la mayoría de los damnificados volvieron a su casas. Solo unas diez casas siguen sin energía eléctrica, pues los tendidos habían sidos removidos al ser alcanzados por el agua.
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Otro impedimento es que las casas quedaron llenas de lodo y basura, lo que requiere varios días para la limpieza.
Piden construcción de muro de contención
Heriberto Insfrán Bogado, uno de los afectados, explicó que desde hace más de 30 años vienen padeciendo las inundaciones. Refirió que están dispuestos a ser reubicados pero que no hay ningún plan vigente.
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Señaló que, como medida paliativa, piden la construcción de un muro de contención a fin de evitar el avance de las aguas hacia las casas.
Compuertas se cerraron el domingo
Las compuertas del vertedero de la Central Hidroeléctrica Itaipú se cerraron el domingo pasado después de permanecer abiertas durante 6 días.
Esta operación se realiza para regular el embalse de la represa, que aumentó de caudal debido a las precipitaciones.
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Esa fue la cuarta vez en lo que va del año que se abrieron las compuertas del vertedero. La primera vez permaneció abierto más de 80 días, desde el 14 de enero hasta el 3 de abril. Posteriormente, 12 días después, desde el sábado 15 de abril hasta el 30 de abril, y se volvió a abrir desde el 1 de noviembre hasta el sábado 11 y, finalmente, esta vez desde el martes 14 hasta el domingo 19.