Una comitiva encabezada por la jueza Sara Figueredo se constituyó en el predio de la siete hectáreas, donde actualmente están ubicados el Shopping Box, Shopping París, Estacionamiento del Este y el tinglado donde trabajadores de la vía pública habían sido reubicados. La extensa propiedad perteneció al dictador Alfredo Stroessner. El propósito es identificar a los ocupantes del terreno y las condiciones documentales.
Nicolás Russo, abogado de Fleitas, refirió que están reclamando la anulación de la ley de expropiación de las siete hectáreas y que se proceda a la desafectación del mismo. Aseguró que no se cumplió lo dispuesto por el dictador Stroessner, que donaba el espacio a cambio de que se convierta en un centro de compras en favor de los mesiteros.
Lea más: Unite al canal de ABC en WhatsApp
Agregó que el predio fue cedido específicamente para el reordenamiento del microcentro de Ciudad del Este. “El mandato que recibimos de Enrique Alfredo es que se haga cumplir lo que dejó establecido su padre. Son siete hectáreas reclamadas, vamos a hacer la mensura judicial, se van a hacer los estudios técnicos y se va a comprobar todo”, dijo.
Lea más: Admiten juicio del hijo del dictador Alfredo Stroessner en busca de recuperar valioso predio
Predio fue a parar en poder de empresarios
El valioso inmueble está ubicado en la entrada al país, justamente a pasos de la cabecera del Puente de la Amistad, en el microcentro de Ciudad del Este. Perteneció al dictador Alfredo Stroessner desde 1973 hasta 1990, año en que fue expropiado a favor de la Municipalidad, para la reubicación de los trabajadores.
Sin embargo, solo una pequeña parte fue destinada a los mesiteros, al considerar que en la actualidad mayormente está siendo ocupada -mediante concesiones- por empresarios que construyeron centros comerciales y hasta un estacionamiento de vehículos.
Los procesos de entrega de la propiedad fueron ejecutados durante la administración de los Zacarías en la institución municipal.
Heredero, reconocido el año pasado
El heredero, quien logró su reconocimiento el año pasado en el marco de un juicio -que duró 10 años- ejecutado en un juzgado del Brasil, actualmente reivindica la recuperación del predio al considerar que no se cumplió con la finalidad de ubicar a los mesiteros en el espacio de las siete hectáreas.