Los investigadores ubicaron el vehículo de la víctima luego de que un poblador que se disponía a limpiar un terreno en la zona y se percató que en medio de los arbustos estaba un vehículo totalmente incinerado e inmediatamente comunicó a la policía. Se trata de un automóvil Toyota Vitz, año 2006, color negro, chapa AAFF 951.
El comisario Hugo Grance, jefe del departamento de Investigaciones del Alto Paraná, dijo que ante el hallazgo acudieron al lugar y tras verificar el número de chasis del rodado se confirmó que pertenece al joven fallecido.
“De acuerdo a lo manifestado por los peritos, el vehículo ya llevaba días de haberse incinerado y presumimos nosotros que el mismo día en que el joven fue muerto el autor se dirigió a este lugar y prendió fuego al vehículo, que quedó totalmente inservible”, sostuvo.
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Agregó que lo único que se pudo rescatar fue el número de chasis con el que se cotejó con los datos de la propiedad de la víctima que figuran en el Registro de Automotores. “Podemos afirmar que se trata del automóvil del fallecido”, dijo.
El rodado fue hallado aproximadamente a unos 1.000 metros del lugar en que se encontró el cuerpo el pasado sábado. La víctima tenía rastros de tortura, quemaduras y mediante la autopsia se determinó que murió asfixiado, aparentemente con su propia ropa.
El joven Adrián Arzamendia Traversi, que residía en Ciudad del Este, había salido de su vivienda a bordo de su automóvil el 3 de enero y desde el día siguiente sus familiares y amigos habían iniciado una intensa búsqueda de su paradero.