El sendero principal, cuya longitud sobre el río es de 1.100 metros, fue clausurado el 11 de octubre pasado cuando se registró un caudal 11 veces superior al normal. Días después se supo que 51 de los 99 tramos de la pasarela fueron dañados por la crecida.
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Para rehabilitar la pasarela, un equipo de 20 personas se encarga de los trabajos que se iniciaron en la segunda quincena de noviembre, con un plazo de aproximadamente tres meses. Sin embargo, el cronograma de trabajo tuvo un importante retraso considerando que el caudal del agua continúa alto.
Esta semana los encargados de las obras informaron que no pudieron acercar los materiales hasta algunos tramos debido al peligro que representa el caudal del agua. Explicaron que los trabajos se tornan más difíciles teniendo en cuenta que no pueden utilizar ciertas maquinarias para evitar algún daño en el entorno natural, según publicó el portal Primera Edición.
También indicaron que hay tramos en los cuales recién la próxima semana podrán determinar los daños estructurales que dejó la crecida.
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No afecta otros sectores
Pese al cierre del tramo principal, continúan abiertos: el circuito inferior –de forma parcial-, el mirador superior y el sendero Macuco, hacia el lado argentino. En tanto que en Foz de Yguazú (Brasil) el complejo turístico no sufrió ningún daño estructural.