Según los relatos recogidos por los intervinientes, los cuatro hermanitos se encontraban solos anoche en la casa de madera, mientras el papá y la madrastra salieron a trabajar. En un momento dado, una de las criaturas prendió un espiral para repeler los mosquitos, pero colocó muy cerca al sofá y ocasionó el incendio.
Los vecinos se percataron de que las llamas comenzaban a salir de la vivienda, por lo que rápidamente ingresaron a rescatar a las criaturas que ya se encontraban durmiendo, de acuerdo con los datos.
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Robert Adrián Balbuena Ramírez, dueño de la vivienda, contó que fue avisado del incendio y al llegar encontró su casa consumida por las llamas, pero para su alivio sus hijos estaban sanos y salvos, mediante la oportuna intervención de los vecinos.
Bomberos voluntarios fueron convocados y procedieron a controlar el incendio para evitar que otras viviendas sean alcanzadas.