La fiscala Vivian Coronel, de la Unidad Especializada en Hechos Punibles contra Niños y Adolescentes, investiga el caso de abuso sexual de una niña de 12 años que fue raptada por su padre del Brasil y traída a nuestro país, donde específicamente se encontraba residiendo en la ciudad de Minga Guazú.
La policía brasileña habría alertado sobre la situación, teniendo en cuenta que el sindicado se había fugado de una penitenciaría del estado de Santa Catarina, donde estaba cumpliendo una condena por homicidio. Según los datos, el forajido se refugió en esta zona del país con la menor de edad.
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La representante del Ministerio Público dijo que aún no tiene los pormenores del tiempo que llevan viviendo en Paraguay. Lo que sí pudo mencionar fue que ambos residían en un establecimiento ganadero, donde el brasileño trabajaba como encargado, y que los abusos son de larga data.
Tras la localización, el convicto fue detenido y la niña rescatada, dando participación a la Fiscalía y la Defensoría de la Niñez. La agente Coronel sostuvo que luego de realizar todas las diligencias se tiene la grave sospecha de que la hija era víctima de abuso sexual.
“A la niña se le realizó la inspección médica forense, así como también la contención psicológica de forma inmediata, y a raíz del resultado de todas estas diligencias estamos ante la grave sospecha de que sí hubo abuso sexual”, expuso.
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Agregó que el padre ya está imputado con todos los agravantes correspondientes al tipo penal de abuso sexual en niños y se expone a una expectativa de pena de hasta 20 años. Además, solicitó su prisión preventiva.
Al ser consultada si el extranjero será enviado a su país, la fiscala sostuvo que el caso será comunicado a la Dirección de Asuntos Internacionales del Ministerio Público y que quedará a cargo del titular ver la posibilidad de que el sospechoso sea sometido a la justicia paraguaya.