Agricultura familiar se recupera con alto rendimiento en el Alto Paraná

En los últimos años, la agricultura familiar del Alto Paraná está mostrando una recuperación importante con altos rendimientos en la producción. Las ferias se están convirtiendo en las principales aliadas para la comercialización de los productos.

El alto rendimiento de las fincas familiares se reflejas en las ferias que se realizan en la zona.abc color
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El avance del monocultivo a gran escala hizo que la agricultura familiar haya quedado relegada en gran medida en Alto Paraná. Sin embargo, en los últimos años ha mostrado una recuperación con altos resultados.

Muchos de los que tenían sus tierras arrendadas volvieron a recuperarlas y mediante la asistencia técnica lograron adaptar nuevamente el suelo para la producción de hortalizas, verdeos y también granos como poroto, arveja, maíz, entre otros.

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Las ferias de hortigranjeros que se realizan en varios municipios se han convertido en la vidriera para los pequeños productores. La semana pasada se realizó una expoferia de agricultura familiar departamental, donde se reflejó el alto rendimiento de los resultados.

La producción de zapallos es uno de las alternativas de la agricultura familiar.

Uno de los ejemplos de este alto rendimiento es el productor Silvino Benítez, socio del comité San Miguel de la compañía Santo Domingo de Juan León Mallorquín. Él logró la cosecha de 11.000 kilos de zapallo híbrido, en una parcela de una hectárea, mediante el acompañamiento del técnico de la Dirección de Extensión Agraria (Deag) del Ministerio de Agricultura y Ganadería, José Acosta.

Recuperación de fincas

La ingeniera Mónica Dejesús, coordinadora de la asistencia técnica departamental, explicó que en los dos últimos años la recuperación de la agricultura familiar en la zona fue muy importante. “Muchos de los productores están recuperando sus tierras que por el costo de producción fueron alquilando. A través de los proyectos logran la fertilización de sus suelos que van aprovechando nuevamente”.

Sobre las principales dificultades para la ejecución de los proyectos, Dejesús manifestó que radica en las documentaciones que se necesitan para recibir los beneficios. “Muchas veces tienen ese miedo de gastar mucho y no recibir ningún beneficio o que el retorno no sea muy inmediato”, detalló.

Los productores se organizan en comités y luego en asociaciones que son más de 200 actualmente en el décimo departamento. En cuanto a familias asistidas mediante la Deag, son unas 5.600; en promedio cada técnico asiste a 100 familias.

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