La condena de Esteban Rubén Díaz López, alias “Teletubi”, es bajo cargos por robo agravado y coacción sexual. El veredicto se dictó en un juicio oral desarrollado en el Palacio de Justicia de Ciudad del Este.
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El hecho ocurrió el 30 de mayo de 2010, alrededor de las 5:10, en el Área 1 de Ciudad del Este.
El veredicto fue dictado por el Tribunal de Sentencia, compuesto por Vitalia Duarte, Serafín González y Fabio Aguilar. Mientras que el fiscal Alberto Torres Flores se encargó de la acusación.
Juan Demecio Cardozo Flores también está procesado por el mismo caso como coautor, pero se encuentra prófugo de la justicia.
Interceptaron a víctimas frente a su domicilio
Según la acusación fiscal, Díaz López interceptó a mano armada a un joven, quien estaba en compañía de su novia y una cuñada, al bordo de un automóvil Kia Cerato.
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El ataque se produjo cuando se disponían a ingresar a la casa de los padres de las chicas. En el momento, el asaltante encañó al conductor, le ordenó apagar el motor del vehículo y que le entregara la llave.
Seguidamente, le obligó a pasar al asiento del acompañante y tomó el mando del auto, conduciendo hasta la plaza del Área 1, donde le aguardaba un cómplice Juan Demecio Cardozo Flores, quien se encontraba en una motocicleta.
Querían saber cuánto ganaban
A continuación, los delincuentes comenzaron a despojar a las víctimas de sus pertenencias, entre celulares, dinero en efectivo, joyas, una máquina fotográfica, mientras les interrogaban cuánto ganaban ellos y sus padres.
Posteriormente, Díaz López trasladó a al joven afectado hasta un cajero automático y lo obligó a extraer todo el dinero que tenía en su cuenta.
Al regresar, subieron a las chicas en el vehículo y se dirigieron hacia la casa de los padres de las jóvenes. Mientras, Cardozo Flores les siguió en el biciclo.
Antes de llegar a la casa, dieron unas vueltas para cerciorarse si no había guardias de seguridad por los alrededores.
Redujeron a los padres
Tras ingresar al lugar, sorprendieron a los dueños de casa durmiendo. Los mismos fueron reducidos por los criminales, quienes comenzaron a revolver todos los que encontraban a sus pasos.
Luego, el ahora sentenciado encontró una tarjeta de crédito y llevó a la fuerza al propietario de la casa a un cajero y también le obligó a realizar tres extracciones de 1.500.000 guaraníes, totalizando 4.500.000 guaraníes. Tras regresar a la casa, el criminal llevó a la hija menor del afectado hasta una de las habitaciones, donde la sometió sexualmente.
Los asaltantes robaron del lugar una llave de un automóvil Mercedes Benz, seis teléfonos celulares, una computadora portátil, relojes, joyas de plata y oro, calzados deportivos, maletas, carteras y varios otros objetos, además de dinero en efectivo, consistente en unos 10 millones de guaraníes. Antes de marcharse del sitio, encerraron a las víctimas para que no denunciaran rápidamente el hecho.