El hallazgo se produjo en una cuneta de tierra, al costado del cementerio, en un sector rural distante unos doscientos metros del casco urbano de Minga Porã. Un lugareño visualizó la bolsa arpillera en la que estaba el cuerpo y comunicó vía telefónica a la Policía.
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Los policías de la comisaría 15ª encontraron la bolsa semiabierta y lograron observar que las manos estaban atadas, llevaba vestimenta y aparentemente sería un hombre.
El comisario Teodoro Benítez, jefe de la comisaría 15ª, estimó que el cuerpo fue recientemente arrojado en el sitio, ya que no expide olor.
Los uniformados intervinientes convocaron a sus pares de Criminalística de otras oficinas especializadas de la Policía para las primeras diligencias de investigación. Además, se espera la presencia del médico forense que inspeccionará el cadáver y un representante de la Fiscalía para el levantamiento del cuerpo.
Hasta el momento se desconoce la identidad del cuerpo como tampoco se saben las circunstancias en que fue arrojado ni los responsables.