La sentencia fue dictada el 19 de julio del 2021 por el Tribunal de Sentencia conformado Emilia Santos, Flavia Lorena Recalde y Milciades Ovelar. En aquella oportunidad, la fiscala Vanesa Candia demostró con suficientes pruebas que el sentenciado había abusado de su hija menor de 12 años, también había agredido sexualmente a su hijastro de 7 años. Los hechos sucedieron en la zona de Minga Guazú y la denuncia se realizó en el 2019.
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De igual forma, se comprobó que el hombre ejercía de forma sistemática violencia física y sicológica contra el pequeño y su madre, quien en ese entonces era su pareja. También se probó en el juicio que, la niña de 10 años contrajo una enfermedad de transmisión sexual.
La misma, pese a presentar un cuadro avanzado de infección, no fue asistida por el acusado, quien incluso quiso impedir que la menor sea derivada a un centro asistencial.
La fiscala Vanesa Candia, en representación del Ministerio Público, se encargó de investigar los hechos contra el acusado y lo llevó a juicio oral hasta lograr la condena.
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Luego, la defensa presentó la apelación y el Tribunal de Alzada -tras analizar exhaustivamente los antecedentes- confirmó la sentencia de primera instancia, según refiere la cédula de notificación recibida este 27 de diciembre por el Ministerio Público.