Una serie de indicios de supuestas irregularidades detectó la nueva administración de la Municipalidad de Ñacunday, a cargo de Rafael Ramírez, quien asumió a poco menos de un mes. Los primeros reportes, que hacen referencia a la gestión de Everaldo Devitte, indican que la comuna está casi en quiebra, ya que en caja solo se encontró la suma de G. 12 millones de recursos propios.
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Si bien, el interino Plutarco Bogado (Tekojoja) fue quien culminó el periodo 2015-2021, las inconsistencias apuntan a Devitte, quien buscó su reelección para un tercer gobierno.
Actualmente el principal problema es el atraso en el pago de salarios de noviembre, adeudado a los funcionarios municipales; tampoco se cuentan con recursos para el abono de los haberes de diciembre ni para aguinaldos. El jefe comunal indicó que se necesitan aproximadamente G. 350 millones para honrar los compromisos.
Comentó que más de G. 800 millones fueron transferidos a una “comisión de desarrollo”, pero que no saben qué uso se le dio a ese dinero, ya que no cuentan con los documentos respaldatorios.
Las transferencias de recursos de Royalties y Fonacide del 2021 aún se encuentran pendientes por falta de presentación de informes. Ramírez expuso que no saben por donde empezar, ya que los documentos que servirían para proceder a presentar los reportes no están.
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Piden auditoría
Al intendente sostuvo que no serán cómplices de irregularidades, por lo que están trabajando en recabar todas las documentaciones que sean necesarias y reportar el caso al Ministerio Público. Los concejales del periodo anterior ya habían solicitado a la Contraloría General de la República (CGR) una auditoría a la municipalidad; el pedido fue reiterado por los nuevos ediles, así como por la intendencia.
El año pasado, la Junta Municipal había aprobado un pedido de intervención tras el rechazo del balance por una serie de irregularidades. El documento fue remitido al Ministerio del Interior, pero de ahí nunca avanzó, según los datos.
La comunidad ahora solo está a la espera de que los auditores se hagan presentes en Ñacunday. Por otra parte, intentamos comunicarnos con Devitte, a través de su número con terminación 983, pero no obtuvimos respuesta.