La institución está ubicada en la zona baja del barrio Santa Ana de Ciudad del Este, donde unos 300 alumnos están inscriptos para este año lectivo. Menos del 50% volvió a las clases presenciales y se encontró con la falta de agua potable.
El director interino, Adalberto Vallejos, dijo que la provisión está a cargo de un pozo artesiano de la zona, administrada por una comisión vecinal, pero a raíz de la gran cantidad de usuarios el servicio no abastece, por lo que el vital líquido solo llega en horas de noche.
“El agua viene a la noche hasta las 7 u 8 de la mañana, entonces nosotros cuando venimos juntamos en bidones, durante el día no sale agua de las canillas. Siempre tuvimos ese problema”, explicó al tiempo de agregar que los alumnos y docentes tienen que llevar en termos el agua para consumo.
Agregó que organizó una reunión con los padres, porque no querían empezar las clases en esta situación teniendo en cuenta que la limpieza y el lavado de manos es fundamental para combatir la pandemia del covid-19. “Durante la reunión le manifestamos a los padres de familia y uno de ellos se ofreció a cavarnos un pozo. La comunidad educativa se organizó y con una platita que teníamos se compraron los materiales. El trabajo ya empezó, pero todavía no sale el agua”.
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El director expuso que esta es solamente una alternativa paliativa, ya que para dar una solución definitiva necesitan que la institución cuente con su propio pozo artesiano. “En estas condiciones ni el baño se puede utilizar”, lamentó.
Añadió que ya comunicaron a la supervisión de educación y que esperan respuesta de las autoridades.