El Tribunal de Sentencia fue presidido por la magistrada Flavia Lorena Recalde e integrado por Emilia Santos y Milciades Ovelar.
El abuso ocurrió en 2019, en el distrito de Minga Porã. El acusado residía al lado de la casa de la afectada, y amenazó con asesinar a sus padres si contaba lo sucedido.
Posteriormente, el abusador quiso regalar un teléfono celular a la niña, intentando callarla. Sin embargo, como la menor no accedió, fue agredida por victimario.
Esa situación llevó a la menor a revelar a sus padres lo que ocurrió y estos radicaron la denuncia.
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Declaraciones testificales dan cuenta que la denunciante, al momento de ser asistida por psicólogos, mantuvo un relato coherente y señaló a su pariente como el agresor.
Las manifestaciones en la Cámara Gesell también fueron coherentes y coincidieron plenamente con otras pruebas producidas durante el contradictorio público.
El Tribunal también resaltó el deber extrapenal que tenía el sentenciado por tener parentesco con la víctima.
El agente fiscal Carlos Almada, de la Unidad Zonal de Minga Porã, representó al Ministerio Público. El acusado fue asistido por el abogado Osvaldo Ávalos Morel.