Según los antecedentes del caso, la magistrada estaba trabajando fuera de su horario laboral para poner al día los procesos a cargo del juzgado, donde hacia poco tiempo fue nombrada.
El tribunal que dictó la sentencia estuvo confirmado por los jueces Milciades Ovelar, Flavia Recalde y Carlos Vera. La juez Recalde fue la encargada de explicar los motivos de la sentencia y afirmó que no hubo dudas de la autoria y que hubo graves e innecesarios dolores a la víctima, pues la juez fue golpeada por varios minutos y su agonia duró unos 42 minutos. Esto fue considerado agravante.
La fiscal Natalia Montania pidió 30 años de pena más diez de seguridad y el abogado querellante, Derlis Martínez, pidió la misma cantidad de pena.
Por su parte el abogado Elvio Fernández pidió la absolución del acusado, alegando que su conducta no es reprochable, pues estaba bajo los efectos de las sustancias estupefacientes. Sobre este punto el juez Ovelar dijo que no hubo reprochavilidad reducida, pues el ahora condenado prolongó excesivamente el ataque a la juez y que se confirmó mediante el audio del circuito cerrado. Recordó que además después de cometer el hecho se cambio la ropa, se aseó y tuvo el cuidado de no ser captado por la cámara de circuito cerrado e incluso salió a comprar ropas con el dinero de la víctima.
La pena impuesta es de 25 años de cárcel, más cinco por medida de seguridad. Los familiares de la víctima se mostraron disconformes y anuncian que apelarán la sentencia.