Las estaciones del vía crucis fueron mediante pequeños altares en el patio de la catedral, donde los fieles recordaron y reflexionaron sobre cada uno de los momentos que vivió Jesús antes de ser crucificado.
El párroco de la Catedral San Blas, Ernesto Zacarías Báez, explicó que estos días difíciles coinciden con la semana que vivió Jesús en que fue flagelado, maltratado, rechazado, escupido y crucificado hasta la muerte. “Mucho de nuestros familiares y amigos están pasando su semana de mucho dolor y sufrimiento en esta enfermedad. No hay camas, no hay medicamentos, no hay vacunas ni espacio en los hospitales. Todo esto es un caminar llevando la cruz como una vez llevó, sin soltar, hasta la muerte. Nosotros no podemos soltar esta cruz, esta puede ser nuestra salvación”, expresó.
Pidió que se recurra a Dios para pedirle “un corazón de esperanza, de paz y preparado para recibirlo en nuestras vidas”.
En otro momento, instó a ser obedientes y cumplir las medidas sanitarias, pues afirmó que es la forma en que Dios nos está cuidando. “Dios nos está cuidando a través de estas medidas sanitarias. Siempre rezamos a Dios que nos proteja, nos libre y nos cure. Nos protege a través de las medidas sanitarias, usando tapabocas, usando alcohol y con el distanciamiento. Es una forma que el Señor nos dice que nos cuidemos. Ser prudentes, inteligentes y obedientes. Que ninguna persona muera por su imprudencia”, resaltó.
Todas las actividades que se realizan por Semana Santa en la Catedral San Blas son con participación limitada y previo agendamiento, cumpliendo todas las medidas sanitarias.