Los trabajadores llegaban al local de salud para iniciar su jornada laboral y al ingresar divisaron que la puerta trasera se encontraba abierta, constatando que fue forzada. No se sabe si el hecho fue cometido por uno o más delincuentes, pero lo concreto es que desaparecieron un televisor plasma de 32 pulgadas de la marca JAM, su control remoto y una cafetera eléctrica.
El suceso habría ocurrido en horas de la madrugada, aprovechando que el lugar se encontraba cerrado. El funcionario Gerardo Cañete Estigarribia fue quien comunicó el hurto a la Policía, que a su vez dio participación al Ministerio Público.