El tribunal de sentencia estuvo presidido por el juez Milciades Ovelar y conformado por Flavia Lorena Recalde y Emilia Santos. La agente fiscal Carolina Rosa Gadea representó al Ministerio Público y el defensor público Rodrigo Cuevas asistió al acusado.
El hecho se registró en julio de 2020, resultando víctima una menor, quien había llegado a la casa del hoy condenado, en villa Nadia de Minga Guazú para vender cocos. Conforme se demostró en el juicio oral, en esa oportunidad, Portillo Maidana invitó a la afectada a ingresar dentro de su vivienda para la supuesta compra. Sin embargo, la llevó a la habitación, con la intención de someterla sexualmente, pero la nena forcejeó con su atacante y logró escapar del lugar.
Las agresiones ocurrieron en reiteradas ocasiones, con diferentes víctimas. Es así, que en ese mismo mes, otra menor, de 11 años, llegó a la casa del enjuiciado, ofreciendo remedios yuyos. Siempre conforme con el relato de hechos, en esa ocasión también la dejó pasar e intentó abusar de la misma.
Igualmente, fue atacada otra pequeña, interceptada camino a la despensa. En las tres oportunidades, las niñas lograron escapar y evitaron el coito, pero sí fueron abusadas con manoseos, por lo que depravado fue condenado.