Los especialistas de la Dinac inspeccionaron ayer las inmediaciones de la pista de aterrizaje del establecimiento de la empresa Agropeco, localizada en Naranjal. Este lugar fue el escenario de un accidente aéreo registrado el miércoles pasado y que causó la muerte del piloto Rolando González Montanía (28) y del mecánico en aviación Lucas Sebastián Ortiz Ortiz (24).
Se desconocen aún las circunstancias en que capotó y luego se incendió la aeronave de la marca Cessna, monomotor, de color blanco y franjas rojas, con matrícula ZP-TDX, propiedad del argentino Osvaldo Mateo Ezequiel Albert Cecchi (28).
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La avioneta estuvo retenida desde febrero de 2019 por disposición de la Fiscalía, tras un aterrizaje forzoso en la zona. Hace apenas un mes, el avión fue liberado y las víctimas pretendían trasladarlo hasta Asunción. El mecánico acompañó al piloto para la revisión de las condiciones del avión y, tras la verificación, se dispusieron a iniciar el trágico vuelo.
Vuelo irregular
El 1 de febrero de 2019, la misma avioneta protagonizó un llamativo aterrizaje forzoso en la zona y algunos de sus tripulantes se fugaron, por lo que se sospechaba que sería un narcoavión, aunque no se había encontrado droga en su interior.
Los policías detuvieron al brasileño Newton Sergio Diaz Donini (72) dentro del predio de la firma Agropeco, mientras que su acompañante, el paraguayo Derlis Brítez (46), fue atrapado cuando escapaba a bordo de un camión transportador de rollos.
La fiscala María del Carmen Meza finalmente había imputado por exposición al peligro en el tráfico aéreo e intervenciones peligrosas en el tráfico aéreo a los dos detenidos, quienes no estaban habilitados para pilotar ni tampoco tenían plan de vuelo.
Tres meses después de la retención de la aeronave, su propietario Albert Cecchi había sido arrestado bajo sospecha de integrar una banda dedicada a falsificar tarjetas de crédito y de débito.