Roberto Castillo y su hijo de cuatro años, al igual que el operador de la balsa Óscar Prieto Acuña y su auxiliar Julián Mereles Sosa vivieron momentos de desesperación cuando el cabo que sujetaba la embarcación se soltó y fue arrastrada por la correntada del río Monday. Los cuatro afectados están domiciliados en Minga Guazú.
A unos 1.000 metros del incidente, unos ribereños observaron el descenso de la balsa desgobernada y con embarcaciones acudieron al auxilio para salvar a los ocupantes.
Milagrosamente los cuatro ocupantes no sufrieron lesiones y un automóvil Toyota Allex, de color gris, quedó sin daño.
La precaria balsa funciona desde hace tiempo y es administrada por una comisión vecinal. Los lugareños acostumbran usar el vehículo acuático para cruzar hacia el distrito de Los Cedrales. Las vías seguras de cruce están en el puente del Km 30 y en la pasarela del Km 14.
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Este domingo también se registró un percance en la balsa colocada sobre el río Ñacunday. Un furgón perdió los frenos y cayó al cauce hídrico al intentar cruzar el cauce en una balsa, en la zona de Puerto Paranambú. El rodado en cuestión es un Toyota Noah, año 1997, color perla, propiedad de Isabel Cabañas Barrios (45), pero que estaba al mando de su hijo Richard Iván López Cabañas (21). Afortunadamente los ocupantes se salvaron en el percance.