La voluntaria Larissa Spina, quien tuvo a su cargo el servicio, explicó que el perrito de nombre Jordi salió de la casa presumiblemente persiguiendo a unos gatos y terminó cayendo en el pozo de agua del vecino. El perrito terminó a unos 13 metros de profundidad, estuvo flotando por más de una hora, cuando sus dueños, que le buscaban, se percataron de su ladrido y recurrieron a los bomberos para el rescate.
Alejandro Gayoso fue el bombero voluntario que, munido de su equipo, descendió con una cuerda y afortunadamente pudo rescatar al can con vida. El perro se mantuvo flotando en el agua que tenía un metro de profundidad.
Cuando apenas estaban terminando el servicio, el mismo equipo fue alertado de otro rescate animal. Esta vez fue un gatito que huyendo de un grupo de perros subió a la copa del árbol y ya no pudo descender. En este caso, el animal no tiene nombre y le están buscando un hogar, es macho de color negro.
“Según los vecinos, estuvo toda la noche en plena lluvia porque ya no se pudo bajar de su refugio”, agregó Spina. En ambos casos los rescates fueron exitosos.