Las agresiones se habrían repetido en reiteradas ocasiones y son de larga data, según la denuncia de la tía paterna. En una oportunidad, en el mes de junio del 2019, la ahora procesada se habría molestado por la llegada tardía de su hija y presuntamente la castigó con un cable, ocasionándole lesiones múltiples en diferentes partes del cuerpo, según fue corroborado mediante una inspección médica.
En otra oportunidad, la presunta agresora habría golpeado con un termo en la cabeza a la muchacha y también le estiró del cabello, hasta el punto de arrancarle mechones.
La víctima igualmente fue evaluada por una sicóloga de la Fiscalía. El informe de la profesional que “se pudieron hallar indicadores de daños sicológicos relacionados al hecho denunciado. La niña manifestó sentimientos de infelicidad, tristeza, malestar emocional de larga data, depresión infantil demorado, manifestando además en la entrevista un pasado y presente marcado por el desamor, el rechazo, violencia síquica, física y sexual”.